Se daba por hecho que Loïc Badé seguiría en el Sevilla la próxima temporada. La llegada del francés ha cambiado una defensa que hacía aguas hasta enero y que ha mejorado, poco a poco, hasta resultar clave en este final de temporada.
El Sevilla y el Rennes tenían pactadas las cifras del traspaso, unos doce millones, y también que el primer pago era asequible (cuatro kilos), lo que hacía viable su llegada a título definitivo. La consecución de la Europa League y la clasificación para la Champions no han hecho sino certificar que el recorte para el próximo año no será tan grande y que el Sevilla podrá invertir. Empezando por el jugador.
Su 'fichaje' lo escenificaron el propio Badé y Monchi sobre el césped del Puskas Arena. "Monchi fíchame" se grabó diciendo el central francés, a lo que el director deportivo del Sevilla contestó: "Ya estás comprado".
Independiemente de eso, el jugador se mostraba feliz de haber logrado un título europeo en una temporada que había empezado de forma muy difícil para él. "Cuando firmas con el Sevilla, en el museo, puedes ver todas las copas. El sueño siempre es tener una más y, ahora, lo hemos hecho con la séptima. Estamos muy felices", sindica el central galo, que no sabía "qué decir". "Estamos felices. Ha sido una temporada muy dura. Ahora podemos disfrutar, hemos hecho el trabajo y somos campeones", concluía.
Quien no tiene tan claro su futuro como sevillista es un Bryan Gil que deberá volver al Tottenham. Pero eso no le va a amargar haber ganado un titulo con su equipo de toda la vida. "Llegué aquí y estábamos peleando por el descenso. Nunca dejamos esta Copa de lado. Este es el año que más representa el 'Dicen que nunca se rinde'. Para un canterano, ganar un título con tu club es lo más grande", afirma el de Barbate, quien ensalzaba a Mendilibar, un técnico que siempre confió en él: "Aquí ha hecho esta locura y estamos muy contentos por él".
"Después de los malos momentos, los buenos se disfrutan más. Ha sido una Europa League en la que el Sevilla ha tenido mucho mérito. La merecemos. La verdad", concluía el canterano, que sólo pudo jugar la primera parte, la peor de su equipo. Aunque en ningún momento dejó de luchar.