Toda la afición mostró a través de las redes sociales cómo vivió las horas previas de la final, cómo se buscaron la vida para llegar hasta Budapest, enlazando una escala tras otra, aviones con trenes o autobuses y otros que directamente decidieron hacer todo el viaje en coche. Una auténtica locura que trascendió hasta el mismo vestuario sevillista como se ha podido ver en la extensa pieza que ha publicado el Sevilla Fútbol Club en sus canales oficiales.
'La mejor banda levantó la séptima en Budapest' se titulan los más de 60 minutos de vídeo donde se recoge cómo ha vivido la plantilla desde dentro los días previos a la final de la Europa League hasta la posterior celebración en el hotel de concentración. Pero todo empieza con una charla de uno de los capitanes, Ivan Rakitic, a toda la plantilla y el cuerpo técnico dos días antes de la final, en la ciudad deportiva.
Ahí, el croata hablaba metafóricamente del rey de la selva y las razones por qué no lo era ni el guepardo, pese a ser el más rápido, ni el elefante, pese a ser el más grande y que vendría a ser la Roma en la final de Budapest, un animal grande, fuerte y que puede imponer por su corpulencia, pero enfrente hay un león, que no es tan fuerte ni tan grande pero sí más rápido y ágil, un león que es el mejor en todo pero sí el más completo, y por eso es el rey de la selva. Un león que vino a ser el Sevilla en la final de Budapest, demostrando una vez, que es el rey de la competición.
Pero hay mucho más, momentos con la familia en el viaje de ida, la 'fan zone' de Budapest, la rueda de prensa previa, el entrenamiento en el escenario del partido y sobre todo el partido, cómo se vivió esa tanda de penaltis y el estallido de alegría entre la plantilla tras marcar Montiel el penalti definitivo. Todo ello para dar paso a la celebración sobre el césped, en el vestuarios y en el hotel de concentración, que acabó con Monchi diciendo a toda la sala 'vamos a cantar el himno'. Y todos, plantilla, cuerpo técnico, directiva y familiares de los futbolistas cantaron el himno del centenario como broche a una fiesta que acabaría siendo total ya al día siguiente en Sevilla, con miles y miles de sevillistas en las calles de la ciudad.