Fernando Mateos5 min lecturaUn nuevo escándalo ha sacudido al Sevilla FC, que ha visto cómo Kike Salas se ha convertido en protagonista de una investigación policial por un presunto delito de estafa merced a posibles apuestas fraudulentas. En concreto, el central habría provocado una serie de tarjetas amarillas en los últimos partidos de la pasada temporada, cuando su equipo ya no se jugaba nada, para conseguir que personas de su entorno ganasen dinero con las citadas apuestas, apuntándose que el beneficio obtenido podría rondar los 10.000 euros. Por ello, otros dos jóvenes se encuentran igualmente implicados en esta causa que instruye un juzgado de Morón de la Frontera, su localidad natal, y en la que LaLiga ha decidido personarse como acusación particular, sin descartarse que haya más implicados del círculo cercano del defensor.
Desde el club de Nervión, como ha informado ESTADIO Deportivo, han aclarado que el futbolista no ha sido detenido, pero sí fue requerido esta mañana por la Policía Nacional para tomarle declaración y clonar su móvil para comprobar sus comunicaciones con los otros investigados. Kike Salas, por su parte, se ha acogido a su derecho a no declarar y posteriormente se ha ejercitado a las órdenes de García Pimientas.
La noticia ha pillado por sorpresa a la entidad de Eduardo Dato, que se encuentra recabando toda la información al respecto antes de valorar la situación. Eso sí, han dejado claro que creen firmemente en la presunción de inocencia del futbolista, que a sus 22 años, se enfrentaría a duras sanciones tanto deportivas como judiciales en caso de demostrarse los hechos que se investigan. Todo ello, después de renovar el pasado mes de diciembre hasta 2029 y aparecer en las últimas horas un interés de la Lazio por su fichaje.
Según los artículos 248 y 249 del Código Penal, el jugador podría ser castigado con penas de cárcel que van desde los seis meses a los tres años. Pero, más allá de esas consecuencias penales, también podría perder la licencia para la práctica profesional del fútbol de dos a cinco años, quedándose sin ella de forma definitiva si reincidiese, como recoge el Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol al explicar las sanciones previstas en estos casos: "Inhabilitación para ocupar cargos en la organización federativa, o suspensión o privación de licencia, por tiempo de dos a cinco años. Privación de licencia, con carácter definitivo; tal clase de sanción sólo podrá imponerse de modo excepcional por la reincidencia en infracciones muy graves“
Del mismo modo, el artículo 75 bis también hace referencia a las posibles multas económicas a las que tendría que hacer frente. “La participación de futbolistas, entrenadores/as, directivos/as, árbitros/as y de en general las personas que forman parte de la organización federativa en apuestas y/o juegos que gocen de un contenido económico y éstos tengan una relación directa o indirecta con el partido en cuestión, será considerada como infracción de carácter muy grave y se impondrá, además de la sanción de multa de 3.006 a 30.051 euros, una o varias de las siguientes sanciones", se apunta, haciendo referencia así al mencionado castigo de pérdida de licencia.
En lo que respecta al Sevilla FC, existe un Código Ético que sanciona este tipo de conductas y no se descarta aplicar las sanciones de régimen interno previstas en el código disciplinario en caso de que el aruncitano fuese declarado culpable. Es más, ESTADIO Deportivo ha podido confirmar que en los contratos de todos los trabajadores deportivos del club se recoge expresamente la prohibición de este tipo de conductas, que podría desencadenar en un despido procedente. La esperanza, en cualquier caso, es que que pueda demostrar su inocencia en los cinco encuentros por los que estaría siendo investigado, después de ver 7 tarjetas en 9 partidos en el final de la campaña pasada y ser el jugador más amonestado de LaLiga en ese periodo.