Es, sin duda, uno de los nombres del momento en Nervión. Con paciencia y esfuerzo, Mateo Mejía ha visto cumplido su sueño de debutar en Primera división de la mano del Sevilla FC. Lo hizo el pasado domingo en un escenario de enjundia como San Mamés, aprovechando los diez minutos que García Pimienta le concedió para cambiar el rumbo del partido ante el Athletic, al provocar la expulsión de Agirrezabala que sería determinante a la postre para lograr el empate.
Dado el pobre rendimiento que viene ofreciendo Kelechi Iheanacho, en el punto de mira por su estado de forma, no son pocos los que piden que el hispano-colombiano sea de la partida en el derbi del próximo domingo ante el Betis, en el caso de que definitivamente no llegue a tiempo Isaac Romero, que sigue trabajando al margen del grupo. El atacante nacido en Zaragoza, mientras tanto, se siente preparado, pero tampoco se sentirá decepcionado si le toca bajar de nuevo para ayudar al filial, convencido de que es su rendimiento con el Sevilla Atlético el que le puede catapultar definitivamente a la elite.
En el último mercado invernal ya tuvo que tomar una decisión clave en este sentido y el tiempo parece haberle dado la razón. Después de cuatro temporadas y media en los escalafones inferiores del Manchester United, Mateo Mejía aterrizó en Nervión el pasado mes de enero con 20 años (cumplió los 21 en marzo). Tras recuperarse de una dura lesión de tobillo que le obligó a pasar dos veces por el quirófano, no le faltaron propuestas para engancharse al fútbol profesional al decidir dejar el club inglés, pero el internacional cafetero sub 20 pensó que a su edad aún tenía recorrido en otra cantera y apostó por recalar en el conjunto hispalense en Segunda RFEF.
Según apunta Relevo, varios equipos de Segunda división llamaron a su puerta, prometiéndole minutos para que regresase de ese modo al fútbol español. Pero el proyecto sevillista le convenció y firmó un contrato hasta 2026. Desde su llegada, siempre tuvo en mente llegar al primer equipo y confiesa que su reto ahora es quedarse. Pero su plan pasaba por abrirse paso desde abajo. Así, la pasada campaña ya contribuyó al ascenso a Primera RFEF con cuatro goles y una asistencia en 16 partidos, mientras que este curso se ha destapado en el arranque con tres tantos y otro pase de gol en cinco encuentros.
Ya muy joven, con apenas 16 años, tuvo que tomar otra decisión clave en su carrera tras destacar en las filas del Zaragoza. "Hubo contactos con Chelsea y Arsenal, y en España el Valencia, el Atlético de Madrid y varios equipos" lo querían, como él mismo ha desvelado. Pero tuvo claro que su sitio estaba en el Manchester United y no se arrepiente pese a todo. El club de Old Trafford, además, demostró que seguía confiando en él cuando lo dejó marchar al Sevilla FC, por lo que se reservó el 25% de su pase de cara a una futura venta.