Sampaoli no reservó a nadie y situó sobre el campo un equipo que bien podría ser titular en laLiga. El técnico argentino antepone coger la dinámica y sensaciones, aparte de seguir vivo en una competición en la que aspira a todo.
Y el resultado, pese al marcador final, fue un claro dominio sevillista, pero con pocas opciones antes de que, en tres minutos, poco antes del descanso, En-Nesyri rompiera la resistencia.
Con el 0-2, el Linares adelantó líneas y el equipo nervionense, ahí sí, demostró su gran superioridad. Con todo decidido, el segundo de Sampaoli empezó el carrusel de cambios que nos recordó lo decisivo que era Navas de extremo y dio la oportunidad a Quintana y a Carlos Álvarez.
Muy seguro, salvo en una salida de balón nada más iniciarse el partido. Dio seguridad a la defensa con su sobriedad cuando llegó el peligro linanrense.
Al igual que su compatriota Acuña, buscó generar ventaja en banda, aunque no siempre lo logró. Buen partido del campeón del mundo.
Muy serio atrás, frenó cualquier contra del Linares en los primeros minutos y sacó bien el balón jugado.
Bien en la anticipación en las pocas oportunidades que lo necesitó.
Clave en las primeras llegadas del Sevilla, que fueron por su banda. Una de ellas significó el primer gol de En-Nesyri.
Hizo el doble papel de constructor y, a veces, de último defensor. Un par de errores, que pudieron costar caros, lastran su buen partido. Su jugada en el cuarto gol merece un aplauso.
Muy activo en elos primeros minutos, en los que se le vio muy suelto; luego sería vigilado en corto y apenas aparecería. Sería el segundo cambio.
Antes de que llegasen los goles de En-Nesyri, suya fue la mejor ocasión sevillista, pero su disparo chocó con la defensa. Luego tendría otra llegada tras el descanso que sacó Ernesto. Muy activo entre líneas.
Lo peleó todo y fruto de ello llegó el segundo gol del Sevilla tras ganarle la partida a Lolo González y ceder la pelota a En-Nesyri. La guinda se la puso con el cuarto gol del Sevilla, con un buen disparo desde la frontal tras una contra que lanzó Jordán.
Lo intentó más que otras veces, incluso finalizando jugadas con sus tiros caracteristicos, pero no estuvo fino. Navas entró por él a los quince minutos de la segunda parte.
Su primera parte fue soberbia, en especial los diez últimos minutos, en los que marcó dos goles y sacó de cabeza un peligroso ataque linarense. Un factor defensivo que también cumplió en el arranque de la segunda y que culminó con su tercer gol a pase de Navas. Ya sólo le queda marcar en Liga.
Entró para jugar de extremo, como en sus inicios, y lo primero que hizo fue regalarle un gol a En-Nesyri. Luego, puso dos centros muy peligrosos que recordaron al Navas de sus mejores años.
Casi se estrena en partido oficial en la última jugada del partido, en la que su lanzamiento dio en el palo.
Apenas pudo participar en unos minutos en los que el Sevilla, pese a jugar con uno más, ya dio por bueno el 0-5.