Las lágrimas de Sergio Ramos cuando le confirman que volvía al Sevilla

"Estaba llorando, con el pellizco y sin poder hablar de la emoción". "Se había decidido ya por otro equipo, pero el Sevilla le llamó en la mañana del domingo y era su prioridad". Así fue la reacción del central de Camas 18 años después de darse cuenta "en el despacho de Del Nido" de toda "la mafia que hay en el fútbol"

Las lágrimas de Sergio Ramos cuando le confirman que volvía al Sevilla
Sergio Ramos se marchó por la puerta de atrás y eso le impide volver al Sevilla por la puerta grande. - UES
Aitor TorviscoAitor Torvisco 9 min lectura

Ya está en casa. Sergio Ramos se marchó del Sevilla FC por la puerta de atrás el último día del mercado veraniego de 2005 y sabe que eso le impide volver por la puerta grande, que es el lugar por el que sería lógico recibir este lunes a uno de los mejores -si no el mejor- productos de la cantera de la carretera de Utrera, campeón del mundo y de Europa, por partida doble, con la selección española, ganador de cinco Champions League, de LaLiga, de la Copa del Rey... Nunca entendió por qué José María del Nido no contó la verdad de cómo fue su agria marcha al Real Madrid, aunque supone que fue para cubrirse las espaldas. Tampoco ha entendido nunca por qué jugadores como Dani Alves, Ivan Rakitic, Álvaro Negredo o su gran amigo Jesús Navas fueron recibidos "como dioses" cuando visitaron como rivales un Ramón Sánchez-Pizjuán en el que saltaban chispas cuando lo hacía él y le decían de todo menos bonito, haciendo que su familia tuviese que ir al estadio del equipo que siempre han amado. Todo ello le llevó a aquella icónica celebración desafiante con Biris Norte que intentó amortiguar luego pidiendo perdón al resto del graderío, ya demasiado tarde. Se echó encima a todo el sevillismo y es consciente de que se equivocó; pero siempre ha mantenido que su corazón late en blanco y rojo, de ahí su emocionada reacción al confirmarse que, 18 años después, por fin volvía a casa.

Así lo han relatado en 'El Chiringuito' de Mega dos personas que conocen muy bien a Sergio Ramos: Cristóbal Soria, el que fuera delegado del Sevilla FC, y el periodista Juanfe Sanz, con quien ha labrado una cercana relación durante las 16 exitosas temporadas en las que el camero vistió la camiseta del Real Madrid, antes de emprender un paso de dos años por el PSG -inédito el primero, más que notable en el segundo-. Desde que terminó su contrato con los parisinos, el defensor de 37 años se ha machacado para poder presumir de un estado físico envidiable mientras esperaba acontecimientos con sólo una idea entre ceja y ceja: volver a casa.

El presidente José Castro y Víctor Orta -qué mal le han dejado sus jefes- le rechazaban sin miramientos una y otra vez, pero el central resistía y rechazaba ofertas mareantes: 40 millones le daba el Al-Ittihad por dos años; 10 kilos de ficha ponían sobre su mesa el Besiktas y el Galatasaray; a esa cifra mínima remitió a la AS Roma cuando le llamó Mourinho... Le tantaron también los dos equipos de Los Ángeles, desde México... Hasta que, un 3 de septiembre, la llamada del vicepresidente José María Del Nido Carrasco lo cambiaba todo y le permitía cumplir su sueño. No ya sólo el de volver, sino también el de poder reconciliarse con el sevillismo. Y su reacción fue inevitable: lloró de emoción.

"Estaba llorando, con el pellizco y sin poder hablar de la emoción"

"Desde chiquitito es sevillista y tenía la asignatura pendiente de volver al Sevilla FC. Esta tarde -por el pasado domingo-, cuando ya estaba todo el bacalao vendido y su fichaje estaba ya hecho, nos hemos llamado y no hemos podido ni hablar de la emoción. No nos salían ni las palabras, los dos estábamos emocionados porque los últimos días han sido muy intensos. Yo sabía, no de ahora sino de hace muchos años, la intención y las ganas que tenía de volver. Él no quería colgar las botas sin volver a vestir la camiseta del Sevilla FC y volver a jugar en este estadio como la camiseta del Sevilla FC. Cuando por fin se ha confirmado todo, no podíamos ni hablar de la emoción. No sabíamos ni qué decirnos, sólo las ganas que tenemos de darnos un beso y abrazo y llorar otra vez los dos juntos", relataba Cristóbal Soria con Josep Pedrerol insistiendo si hubo lágrimas o no: "Llorando, sí, Pedrerol; llorando, sí. Emocionado, con el pellizco aquí cogido. Así ha sido".

"Se había decidido ya por otro equipo, pero el Sevilla le llamó y..."

"Todo se activa en la mañana de este domingo. El jugador ya se había decidido por otro equipo. Tenía por dos ofertas, una del fútbol árabe y otra de Estados Unidos, que no era Miami, pero no estoy autorizado a decir qué equipo es. Ya iba a dar el sí a uno de esos equipos cuando su entorno recibe una llamada por parte del Sevilla. Desde el minuto uno, la prioridad siempre ha sido ser jugador del Sevilla FC, por lo sentimental. Sin saber aún que iba a dejar de ganar muchísimo dinero por poder volver a jugar en el equipo de su vida que es el Sevilla. Es verdad que eran ofertas que le sacaban del fútbol de Europa y de competir al primer nivel, pero eran... suculentas", añadía Juanfe Sanz, que coincidía con Soria en que Sergio Ramos se emocionó muchísimo cuando le confirmaron que su vuelta a casa estaba cerrada.

"Ese día, en el despacho de Del Nido, me di cuenta de la mafia del fútbol"

Cabe recordar que, en 2021, en un documental que grabó con Amazon Prime Video para repasar su carrera, Ramos ya aseguró que volver era su objetivo número uno, aunque sabía que era difícil por culpa de todas las "mentiras" que Del Nido vertió sobre él en el verano de 2005, cuando aseguró que acudió a la sede de LaLiga a abonar su cláusula de rescisión de 27 millones. No fue así. El Real Madrid pagó incluso un poco más tras una negociación de un traspaso puro y duro que, para más señas, los merengues pagaron en varios plazos, lo que demuestra que hubo negociación y el Sevilla FC aceptó venderle.

"Lo pasé mal y me di cuenta de la mafia que hay en el mundo del fútbol. Tuvimos una conversación muy desagradable con el presidente del Sevilla. Fue en su despacho. Nunca lo he querido contar, pero creo que es el momento de que la afición sepa lo que me dijo. Yo había jugado el primer partido de Liga y quedaban tres o cuatro días para el cierre del mercado. Me dijo que jamás un canterano iba a ganar dinero en el Sevilla. Le dije que si el Sevilla era grande lo era por los canteranos y los jugadores de la casa. Nosotros le presentamos unos meses antes un contrato vitalicio que no aceptó. Era un contrato en blanco de 10 años con la única condición de que queríamos ganar lo mismo que el que más ganase en la plantilla. Finalmente se consumó el traspaso. Porque fue un traspaso. La gente solo sabía una versión de la historia, la que contaban ellos, y durante todos estos años se han metido conmigo cuando he jugado en el Pizjuán; pero la verdad es que el Sevilla me vendió como ha vendido a otros muchos jugadores".