Ganador del Trofeo Zamora de LaLiga al meta menos goleado de la Primera división en la temporada 21/22, mejor jugador africano del año, elegido noveno mejor portero del mundo en la pasada gala del Balón de Oro, nominado entre los cinco finalistas al premio mejor guardameta del año 2022, estuvo en la terna para ganar el Guante de Oro del Mundial de Qatar 2022 hasta que al argentino Dibu Martínez le dio por exhibirse en la gran final... Yassine Bono va de exhibición en exhibición. A nivel personal no le pueden ir mejor las cosas al marroquí, quien sin embargo lamenta que en lo colectivo los renglones estén saliendo tan torcidos. Se ha hablado de una posible salida, pero su compromiso con el Sevilla FC está por encima de todo. Se siente "en deuda" con el club que le puso "en el mapa", pero cree que el equipo "está mejorando" y saldrá de esta crisis.
Bono volvió a hacer gala de las cualidades que dibujan a un tipo sincero, humilde, tranquilo, de discurso sosegado -y con un acento argentino tan peculiar en un marroquí nacido en Canadá y que ha vivido casi toda su vida en España-. Todas estas virtudes no quieren decir que sea una persona fría, todo lo contrario, como demostró al derramar lágrimas de emoción cuando su amigo y excompañero en el Sevilla FC Thomas Vaclik le envió un mensaje en el programa A Balón Parado, de Roberto Arrocha -a partir del minuto 16 en el vídeo de SFC TV-.
"Quiero felicitarte por el año que tuviste, porque fue espectacular (...) Te lo mereces y te deseo todo lo mejor", le decía Vaclik, actual portero de Olympiakos, desde Atenas. Fue escucharle y ponerse a llorar. "A mí esto me emociona, porque Vaclik es un tipo con el que conviví de cerca y con mucha dificultad salía adelante. Con sus lesiones... Aprendí mucho de él. Su forma de afrontar las cosas y sigue. Tiene otra lesión y sigue luchando por sueños. La vida es así, tiene que ser así. Yo viví cerca suya y no fue fácil para él. Cuando yo empecé a jugar sentía que no era fácil para él, porque tenía un estatus en el Sevilla, pero a mí me tocaba pelear por lo mío. Fue algo extraño", relataba el meta del Sevilla FC, que tiene al checo como todo un referente.
. Cuando lo veo luchando como luchaba, con los problemas que podía tener físicamente, me veo y digo 'Tienes que ser agradecido'. Mucha gente pelea por vivir esto y no nos podemos quejar. Estoy hasta agradecido de vivir una situación complicada con el Sevilla FC porque sé que me va a hacer mejor persona y futbolista. Sinceramente me estimula defender a mi equipo en una situación a la que no está acostumbrada. Me parece todo crecimiento. Es crear una energía positiva siempre. La fe y la energía es la que te hace ganar", añadía el portero nervionense, quien no paraba de secar lágrimas que caían por sus mejillas y que, después de cuatro años en Nervión, sigue agradeciendo al club la apuesta que hizo por él.
"Cuando me empecé a descubrir algo más a mí mismo fue gracias al Sevilla FC. Me puso en el mapa y por eso siento que tengo una deuda con este club. Aquí vi que podía ser uno de los mejores para muchos años, con el trabajo. Últimamente estoy considerado como uno de los porteros más importantes y eso es un orgullo para un chico que lleva tantos años trabajando. Hay que seguir en esa línea y seguir mejorando para seguir estando entre los mejores", manifestó todo un porterazo, con un don especial para los penaltis -que se lo recuerden a la selección española- y que en El Sadar de Pamplona, al Chimy Ávila, hizo "una de las mejores paradas" de su carrera.