Semana convulsa se vivió en Nervión con el episodio de Jesús Navas. Tras un amago de dejar el club, el presidente Del Nido Carrasco fue capaz de voltear la situación y asegurar la continuidad vitalicia del palaciego. Jugará hasta el 31 de diciembre de 2024 para después retirarse y seguir ligado en el club. Capítulo cerrado. Pero el que queda pendiente de desenlace es otro. Sergio Ramos. El central sigue rehuyendo el tema de su futuro cuando se le pregunta y el tiempo apremia. Este domingo termina LaLiga EA Sports para los rojiblancos y será a partir del lunes cuando todo se agilice. El '4' tiene dos caminos: seguir en el Sevilla FC o aceptar una suculenta oferta del fútbol americano.
Dudas en la cabeza de Sergio Ramos. Volver al Sevilla le costó sangre, sudor y lágrimas. Nadie puede dudar de su sevillismo. Es de la casa, siente los colores y va a muerte con ellos. Pero la crisis que rodea a la entidad frena el ímpeto del camero. Ya lo dijo al término del partido en San Mamés ante el Athletic Club: "Se deben cambiar muchas cosas". Y en esas está el camero. Ante el FC Barcelona podría vivir su último partido con la casaca de rojiblanca. Será el próximo domingo a partir de las 21.00 horas.
Sergio está a gusto en Sevilla. Es su ciudad, tiene a la familia cerca y disfruta de cada momento en la capital de Andalucía. Pero lo cierto es que el defensor llegó a un club que jugaba la UEFA Champions League y ahora se encuentra en una tesitura deportiva bien distinta. El Sevilla deberá acometer una regeneración deportiva importante y lo hará con menos efectivos económicos que antes.
Su hermano y agente le mueve en el mercado a la espera de lo que pueda suceder en esa reunión con los dirigentes sevillistas. Ha tenido ofertas de Turquía, pero la más significativa viene de Estados Unidos. La nueva franquicia, San Diego FC (California), quiere al exmadridista abanderando el proyecto. A su favor, el tema económico. Percibiría un salario mucho mayor de que cobra en Sevilla.
Pero en el otro lado de la balanza está el tema de colgar las botas en el club de su vida. Seguir los pasos de Jesús Navas y firmar un contrato vitalicio para seguir ligado por siempre en el Sánchez-Pizjuán. Sergio sabe que el actual Consejo de Administración apostó por él cuando buena parte de la afición se oponía a su llegada. Son factores que pesan en la cabeza del futbolista.
Él, mientras tanto, no da pistas alguna de lo que puede pasar: "Yo vivo al día, como siempre me ha dicho mi padre. Nos queda un partido y ya veremos qué pasa. Se deben cambiar muchas cosas", aseguró en el último encuentro. Dentro de una semana habrá noticias.