Un cabezazo del Youssef En-Nesyri superado ya el minuto 96, en la última jugada del partido, valió para que el Sevilla FC salvara un punto 'in extremis' ante el Rayo Vallecano, que se quedó con la miel en los labios tras el 2-2 en un partido, de la jornada 9 de LaLiga EA Sports, en el que vio muy cerca la victoria tras ponerse 0-2 en una efectiva y brillante primera parte. Un gol de Óscar Valentín (21') y otro de Álvaro García (26'), ponían un 0-2 en el marcador del Ramón Sánchez-Pizjuán al descanso de un partido que Djibril Sow y el ya mencionado En-Nesyri acabaron equilibrando. No obstante, antes de esa segunda mitad en la que los de Mendilibar reaccionaron, hubo dos jugadas muy polémicas que pudieron cambiar el signo del encuentro.
La primera de ellas llega en el minuto 33, muy poco después de que el Rayo hiciese el segundo tanto. Fernando se estira para intentar rematar una acción a balón parado que había peinado Gudelj. El mediocentro brasileño tenía una colocación privilegiada, con la posición ganada y situado en la mitad del área pequeña, a escasos centímetros de la línea de gol. Sin embargo, pese a extender su pierna derecha todo lo que podía, el '20' no pudo rematar contra la portería de Dmitrovic en medio de varios forcejeos. Posteriormente, las cámaras demostraron que el colegiado manchego Isidro Díaz de Mera se tragó un claro penalti y que su asistente desde la sala del VAR, el vasco Ricardo de Burgos Bengoetxea, también lo dejó pasar por alto.
En las repeticiones se aprecia con total claridad como el defensor rayista Ivan Balliu se desentiende de un balón que tenía imposible alcanzar, rodea con sus brazos el cuerpo de Fernando y, aunque éste no se deja influenciar por el evidente contacto e intenta rematar, recibe un placaje en forma de abrazo y acaba siendo derribado en el área sin ser capaz de darle a la pelota la mínima potencia que necesitaba para entrar al fondo de la portería superando la estirada de Dmitrovic y la ayuda de Isi Palazón. Esta acción llegó con 0-2 y fue una de las últimas acciones del mediocentro brasileño, que dejó su puesto a Rakitic en el 37', lo que aumentó el enfado del ex de Oporto, City o Galatasaray -se marchó muy enojado con Mendilibar, a quien incluso negó el saludo-.
El Sevilla FC, que ya se quejó amargamente del arbitraje del pasado martes del italiano Daniele Orsato ante el PSV -uno de los más caseros que se recuerdan en la historia reciente de la Champions y en la 'era VAR'-, considera que lleva mucho tiempo siendo perjudicado por los colegiados. El enfado viene de la pasada campaña y esta 23/24 la empezó con una injusta expulsión de Loïc Badé, a quien los diferentes comités negaron la suspensión del castigo tras el partido contra el Valencia CF pese a las evidencias de las pruebas videográficas, y el director deportivo, Víctor Orta, tuvo que cumplir dos encuentros de sanción tras expresar su malestar con el extremeño Jesús Gil Manzano al término de un polémico Sevilla-Girona (gol anulado a Rakitic y otra pena máxima al limbo).
Eso sí, el Sevilla FC no fue el único que acabó molesto con el árbitraje de Díaz de Mera el pasado sábado. El Rayo Vallecano también se consideró perjudicado por el manchego y reclamó una acción que también pudo ser determinante. En el tercer minuto de añadido de la primera mitad (45+3'), el mediocentro local Djbril Sow vio tarjeta amarilla por un duro pisotón en la zona del tobillo de Isi Palazón.
Es cierto que, a diferencia del penalti sobre Fernando, ahí no puede entrar el VAR, ya que el árbitro sí señala la infracción e incluso valora la intensidad de la falta del suizo amonestándole. En teoría -el criterio la práctica no hay quien lo comprenda-, el videarbitraje sólo le podría llamar la atención en un caso flagrante (como el de Nacho y Portu) o si la entrada hubiese pasado desapercibida para el colegiado. Eso sí, también es verdad que fue determinante, ya que en ese momento el marcador iba 0-2 y el propio Sow fue el encargado de iniciar la reacción local anotando el momentáneo 1-2 nada más arrancar la segunda mitad (55').