La próxima semana traerá varios movimientos en el Sevilla Fútbol Club. Con Ejuke y Peque trabajando ya en la ciudad deportiva nervionense, los hombres de García Pimienta afrontarán este lunes su primer amistoso de pretemporada frente al Orlando Pirates y del que los dos próximos fichajes también deberían ser testigos en la grada del Estadio Jesús Navas. Hablamos de Albert Sambi Lokonga, que llegó el viernes a Sevilla y pasó las pruebas médicas, pero cuyos contratos no enviará el Arsenal ya firmados hasta este mismo lunes, pudiendo ser anunciado oficialmente a partir de entonces, y de Saúl Ñíguez. El centrocampista del Atlético, si no hay contratiempos de última hora, debería llegar a Sevilla este mismo lunes también para pasar el reconocimiento médico y firmar su contrato, finalmente como cedido, hasta final de temporada, aunque el próximo verano pasará a ser propiedad del Sevilla.
Cuatro refuerzos y a la espera de más siempre y cuando antes de produzca salidas. Al Sevilla le encantaría poder dar salida y trabaja en ello a hombres como Augustinsson, Marcao, Delaney, Óscar, Joan Jordán o Januzaj, con algunos no se cuenta para el próximo proyecto y otros, de quedarse, apenas van a contar con oportunidad de jugar, por eso mismo lo mejor es que salgan.
Mientras tanto, Víctor Orta también sigue avanzando y adelantando trabajo en las posibles llegadas. Se busca en el mercado un extremo izquierdo y un delantero, incluso un hombre que pueda alternar varias posiciones y en ese perfil encaja, como ya contamos en ESTADIO Deportivo, el albanés Myrto Uzuni. El delantero del Granada ha consumado su descenso a Segunda división pese a haber hecho un tercio de los goles nazaríes en Primera, un total de 11, habiendo jugado casi los tres últimos meses competición lastrado por una tendinopatía aquílea en su pie izquierdo.
Como ya contamos, con el descenso a Segunda, la cláusula de Myrto Uzuni se reducido de los 25 a los 12 millones de euros, una cantidad que pese a todo, sigue siendo elevada para tal y como está la economía del club nervionense. Y así también lo creen fuentes de la negociación consultadas por este periódico pues el Granada tampoco se ve con la necesidad de vender a su goleador ya que desea regresar a la máxima categoría del fútbol español tan solo un año después.
Tampoco es que el Granada se vaya a enrocar pidiendo su cláusula de rescisión para dejarlo marchar, pero sí que la cifra debería rondar los 10 millones de euros, incluso una cantidad algo inferior (7-8 millones de euros) como fijo si se incluyeran además unas variables para acercarse a esos diez en total, aunque esta opción tan sólo la podría barajar el Granada al final del mercado en caso de necesidad. Por lo tanto, ahora mismo la opción de Uzuni se contempla como algo a cocinar a fuego lento.