Erik Lamela dio la cara, como su equipo, pese al cansancio y a no haber preparado el partido. El Sevilla no pudo despedirse con algo positivo, pero dio ejemplo y tuvo opciones hasta el final para haber empatado. Se marcha en una posición alejada de sus pretensiones, pero con un título que vale oro. Y, sobre todo, con muy buenas sensaciones de cara a la próxima temporada.
"Hoy no pudimos ganar, pero peleamos. No tuvimos mucho tiempo para descansar, pero el equipo compitió bien. Me quedó con la honestidad de este equipo que corrió y luchó", asegura el jugador argentino, autor del tanto que dio esperanza al Sevilla hasta el final.
Lamela reconocía que el Sevilla habá sido inferior en la primera mitad, aunque resurgió tras el descanso. "Jugamos contra un gran rival, veníamos de los festejos, de un viaje largo... y no tuvims mucho tiempo. En el primer tiempo nos superaron y no pudimos generar demasiado, pero en el segundo tiempo jugamos mejor y dimos pelea hasta el final. Con los cambios fumimos más adelante, más vertical y cuando este equipo tene la pelota pasan cosas; en el primer tiempo no tuvimos el balón", añade el argentino.
Pese a la derrota, la sensación del grupo es que este final feliz no decaiga. "Estamos muy contentos. Personalmente estoy muy feliz. Cerramos de forma increíble un año complicado y nos tiene que dar fuerza para segir creciendo y dar alegrías a este club. En este partido había que darlo todo y ya pensar en descansar", señala el goleador del Sevilla, que se va de vacaciones pensando que el prósimo año será mejor.
"Nos vamos contentos por cerrar el año de esta manera. Era un objetivo por cumplir cuando vimos que teníamos la posibilidad -de ganarla- y lo pudimos cumplir", admite Lamela, feliz por su gol, pese a que no sirviera para ganar. "Siempre suma. Esta vez no sumó para ganar, pero tampoco vamos a lamentarlo. Todavía seguimos festejando el campeonato que logramos y la próximo temporada nos espera un gran año por delante", concluía.
Si Lamela se iba feliz por su gol y por acabar bien el año, Bueno lo hacía por cumplir el sueño y haber podido jugar dos jornadas seguidas en Primera división, ante todo un Real Madrid y en el Reale Arena, dos 'partidos de Champions'. "Estoy viviendo esto como un niño chico. Estoy supercontento. Llegué hace diez años y no pensaba que este momento me podría llegar", asegura el canterano, quien valora la lucha del Sevilla pese a caer en San Sebastián. "Veníamos a competir, ésa es la mentalidad del Sevilla, pero la Real es un gran equipo. Ahora, a seguir la temporada que viene", añade.
Por último, Bueno hizo un balance de todo lo que se ha vivido en estos últimos meses. "Lo que ha hecho el míster es muy grande. Llegó con el equipo como estaba y quien lo iba a decir, campeones de UEFA y a Champions", concluye.