A lo largo de este pasado mercado estival de fichajes, en el caso del Sevilla, estuvo mayormente centrado en cerrar las múltiples salidas que tenía previstas con una plantilla que, por momentos, se acercó a los 40 jugadores, que de unos refuerzos que llegarían en el tramo final.
Una de esas salidas marcada en rojo era la de Kike Salas, cuya cesión al Tenerife se daba por cerrada y, de hecho, se esperaba que fuera la segunda operación en certificarse tras la marcha de su compañero de zaga José Ángel Carmona.
Pero las lesiones de Marcao y Nianzou hicieron que Mendilibar frenase su marcha y se lo llevase a la gira por Norteamérica. Allí fue protagonista con buenas actuaciones y eso hizo que su marcha se pusiera en suspenso. Y, finalmente, se ha quedado. Y no sólo porque gusta al técnico vasco sino porque el Sevilla está teniendo muchos problemas en defensa y confía más en Kike Salas que algunas otras piezas que tiene para esa zona.
De momento, sólo jugó el partido ante el Alavés, en el que su equipo encajó cuatro goles y él formó pareja con Gudelj, ya que Badé era baja. Pero ahí quedó demostrado que, a día de hoy, sin Marcao y Nianzou, era el tercer central, por delante de Gattoni.
Todo cambia ahora con el fichaje de Sergio Ramos, que le hace bajar aún más posiciones y que volverá a plantear, posiblemente, una cesión en el mercado invernal. El Tenerife, pese a cubrir su posición, no lo descarta y, según se ha sabido a posteriori, el jugador de Morón de la Frontera tenía sobre la mesa clubes de mayor postín para haber seguido su evolución. De hecho, uno de sus pretendientes juega en Champions en el grupo del Atlético de Madrid. Se trata del Celtic de Glasgow.
Según medios escoceses, pese a las tres incorporaciones que ha hecho para esa zona (Maik Nawrocki, Gustaf Lagerbielke y Nat Phillips), el equipo católico se mostró muy interesado. El propio Víctor Orta lo confirmó ante los medios del club. "Todos los equipos de Segunda división me preguntaron por él y él también tuvo la oportunidad de ir a equipos extranjeros importantes como el Celtic y el Red Bull Salzburgo, pero no lo hizo. Por eso es muy valorado", indicó.
Según éstos, fue el propio Kike Salas el que paró su salida y, por ahora, le había servido para hacerse con un hueco en el equipo de Mendilibar. Con Ramos tendrá a priori menos minutos, pero a partir de la próxima semana ya comienzan los dos partidos semanales y todos tendrán su oportunidad para seguir creciendo.