Juan Díaz comenzó la pasada temporada como entrenador del Sevilla C y la acabó levantando la Europa League en la final de Budapest. La vida le ha cambiado al preparador sevillista, que con la llegada de José Luis Mendilibar al banquillo del Sevilla Fútbol Club dio el salto para convertirse en uno de sus ayudantes al ser un buen conocedor de la metodología del técnico de Zaldívar.
Ahora disfruta de su primera pretemporada con el equipo en Montecastillo, desde donde ha valorado estos días de trabajo. "Durante todos los días que llevamos aquí las sesiones han sido muy productivas, el cuerpo técnico se va muy satisfecho de cada sesión y del comportamiento de cada jugador, tanto individual como colectivo. El método del míster en la pretemporada es acercarlos lo más posible a la competición y a la realidad. Hoy en día los jugadores vienen muy preparados desde el primer día, no como en otra época. Han llegado en un estado óptimo para que esa metodología pueda ser productiva. Están trabajando al 100% con una actitud para destacar y eso hace que el balance esté siendo muy bueno", ha explicado el ayudante de Mendilibar.
Y ahora llega el segundo amistoso contra el Ceuta. "También tenemos la particularidad del partido ante Independiente del Valle. Son dos en 48 horas y hay que repartir minutos para que puedan recuperar. Todos los exámenes que podamos hacer de pretemporada son partidos y vamos extrapolando la idea del míster a la competición real para que el jugador encuentre las sensaciones. Ir compitiendo desde el principio, acercarlos a la competición porque él entiende que es la mejor forma de afrontar la propia competición", ha reconocido.
Sobre la forma que utilizan a la hora de dirigirse al futbolista, Juan Díaz ha asegurado que no hay distinciones: "Lo lleva a rajatabla y no solo en lo deportivo, también en lo personal. Trata igual del primero al último, sea titular en la final de Budapest, canterano o que haya vuelto de cesión. Eso hace que todo el grupo esté con una actitud encomiable y que todo vaya rodando".
Además, Juan Díaz miró al pasado para recordar cómo fue su salto al primer equipo. "Mendilibar tiene todo que ver. Lo conozco desde hace años, estuve con él en Eibar empapándome de su modelo y lo que más he absorbido de él es su sencillez y cómo afronta todo con tranquilidad. Eso al jugador le llega porque no les vuelve locos. Dentro esa idea ha calado bien en el vestuario, el grupo está feliz y eso se traduce en el césped. Es muy exigente, pero a la vez muy cercano. Es una mezcla difícil de conjugar, pero él lo hace muy bien porque ahí están los resultados".
Su idea de juego: "El sello del míster es vivir en campo rival, porque con la calidad de los jugadores de arriba van a pasar siempre cosas, y minimizar riesgos en zonas de seguridad siendo agresivos, que no violentos. Vivir en campo contrario, que con jugadores como los que tenemos nos pone cerca de marcar goles y ganar partidos".
Encontrarse con canteranos en pretemporada también es una alegría: "Es una satisfacción tremenda encontrarme con estos jugadores a los que muchos he entrenado en cadetes, juveniles o el Sevilla C. Estás con ellos y para mí es una satisfacción y una alegría que vayan creciendo, que no olviden esta experiencia y que les sirva para convencer al míster de que están preparados para cuando se les necesite. Nuestra cantera tiene una materia prima increíble. A veces solo nos basamos en los resultados, que también influyen porque somos competitivos por naturaleza, pero a veces nos dejamos engañar. Que un equipo no sea campeón no significa que no haya materia prima. El trabajo de esos cuerpos técnicos hoy es igual de bueno que cuando ganas la liga. Aquí hay varios jugadores que están a un nivel extraordinario y que están llamando a la puerta para cuando se les necesite".