Joan Jordán afrontó el comienzo de la pretemporada con un plan muy distinto al trazado por el Sevilla, pues, a pesar de que el propio club le comunicó que no cuenta para el próximo proyecto, el centrocampista volvió al trabajo aferrado al contrato firmado hasta 2027 y la intención de convencer a García Pimienta.
Así, en la presentación de Ejuke, Víctor Orta lo confirmó como descarte, a lo que el catalán respondió con una foto en el gimnasio y un mensaje claro: "Más fuerte que nunca". Dos posturas muy dispares que complican sobremanera el deseo nervionense de que salga este verano del Ramón Sánchez-Pizjuán debido al factor económico, tanto en cuanto el futbolista, como ya adelantó ESTADIO, no tiene intención de renunciar a su elevado salario y ninguno de los clubes interesados pueden asumir su ficha íntegra, dejando a los nervionenses una salida que rechazan, asumir parte de su salario.
De este modo, ya se rechazó la propuesta del Alavés, que solo se hacía cargo del 20% de salario, a la par que, recientemente, se echó para atrás una oferta del Rangers escocés en términos similares. También lo han tanteado Espanyol y Getafe, pero el problema siempre es el mismo y tampoco Jordán está dispuesto a marcharse a cualquier club.
Ante esta situación, el Sevilla ha decidido tomar medidas de presión una vez que el señalamiento público no ha funcionado para forzar el adiós de los descartes y García Pimienta dejó fuera de la convocatoria del primer amistoso de la pretemporada, ante el Orlando Pirates, a Joan Jordán, Ludwig Augustinsson, Óscar Rodríguez, Marcao y Adnan Januzaj. Un aviso a navegantes de que no jugarán ni un minuto mientras permanezcan en Nervión, lo que, sin embargo, no ha hecho mella en el de Regenços, firme en la postura de que se respete lo que se firmó en su momento, lo cual es completamente lícito y comprensible.
En este sentido, según ha podido saber ESTADIO Deportivo en las últimas horas, el 'castigo' ejecutado por el técnico sevillista no cambia en absoluto la hoja de ruta de Jordán, que responde a esta medida sin dar ningún paso atrás y con la misma intención que antes, seguir trabajando al máximo en pretemporada, y no aceptar propuestas que supongan una reducción de su sueldo actual. Una situación que mantiene el balón en el tejado de los nervionenses en la cuestión económica, pues, de momento, la única salida es tener que asumir parte de la ficha. El pulso parece que va para largo.