El Sevilla FC echará a andar a comienzos de julio con un nuevo proyecto que estará comandado por Francisco Javier García Pimienta. El ex entrenador de la UD Las Palmas fue el elegido finalmente tras un largo casting en el que hubo muchos nombres sobre la mesa, firmando un contrato de dos temporadas en el que la segunda de ellas está condicionada a la consecución de una serie de objetivos deportivos.
Pero antes de sentarse a negociar con el catalán y recibir su respuesta afirmativa, los dirigentes nervionenses, con Del Nido Carrasco a la cabeza y Víctor Orta también al mando, tantearon a otros técnicos. Desde Bordalás, Javi Gracia o Diego Martínez, hasta opciones foráneas como Paluo Fonseca o Maurizio Sarri, cuyas pretensiones era muy elevadas, o los ex sevillistas Enzo Maresca e Ivan Juric. Con más o menos fuerza, todo ellos estuvieron en la agenda, como Raúl González Blanco, uno de los preferido del director deportivo, o incluso David Ancelotti, hijo y ayudante del actual preparador del Real Madrid.
Pero si hubo un claro favorito desde el minuto uno, ese fue Jagoba Arrasate, como informó en su momento ESTADIO Deportivo. El vasco, que anunció a finales de marzo su salida de Osasuna, generó consenso en la planta noble del Sánchez Pizjuán desde el primer momento. Pero el club sevillista se encontró con la negativa del vizcaíno cuando se lanzó a por él, una vez confirmado, a falta de dos jornadas para el final de LaLiga, el adiós de Quique Sánchez Flores, que en realidad nunca tuvo la idea de continuar.
Se había apuntado que desde Nervión llegaron tarde, que por entonces el técnico pretendido ya tenía cerrado su futuro con otro club. Pero el propio Arrasate ha reconocido que hubo contactos con el Sevilla FC y que simplemente creyó que no era la mejor opción, si bien ha querido matizar que no recibió una propuesta concreta.
“Sí que es verdad que hubo un interés del Sevilla, como con otros clubes, pero desde el primer momento preferí la opción del Mallorca, por esos tres años de contrato, porque se trata de un club emergente y es una opción más estable para mí y para mi familia. No llegamos a hablar ni de contrato, ni de años ni de nada", ha desvelado el nuevo entrenador bermellón en El Larguero de la Cadena Ser.
La oferta sevillista, en realidad, era la misma que luego aceptó García Pimienta, de una campaña más otra opcional. Pero Arrasate valoró que el Mallorca le pusiera sobre la mesa un contrato de tres temporadas que fue determinante, como él mismo dejó entrever. Ya durante su presentación, de hecho, insistió en este aspecto. “El hecho de formar tres años no da la posibilidad de construir algo que nosotros nos ilusiona. Desde fuera siempre nos ha parecido un club emergente con posibilidades, vemos un club ideal para seguir creciendo de la mano", señaló, destacando al mismo tiempo que no es lo habitual porque hoy día en el fútbol se busca "lo inmediato". Esa era la intención de un Sevilla FC que no se quería hipotecar y por ello Arrasate no se sentará en el banquillo del Sánchez Pizjuán.