El ritmo de vida de la mayoría de los futbolistas debe ser tan frenético que, hasta que no están sin equipo o retirados ya, no se paran a recordar por todos los equipos que han pasado y lo mucho que disfrutaron en una u otra ciudad. Y es precisamente esto último lo que está reflejando el documental sobre la vida de Joaquín Sánchez La penúltima y me voy, emitido por Antena 3.
En el capítulo de ayer, el futbolista del Betis hizo un repaso sobre su estancia en el Málaga, una experiencia inolvidable y un 'megaproyecto' que jamás olvidará. Y no solo por el final tan triste que tuvo, sino por las múltiples vivencias que tuvo junto a jugadores de gran calidad como Santi Cazorla, Julio Baptista o Isco Alarcón.
"Estaban llegando jugadores importantes, Pellegrini como entrenador. Lo afrontaba con mucha ilusión porque había un gran proyecto. Todo era maravilloso, un equipo espectacular, un proyecto espectacular, unos viajes con unos aviones espectaculares. Total, llega un momento en el que el jeque no aparece, empieza a no pagar y aquello es un puto desastre", subrayó el capitán verdiblanco.
Mientras tanto, el exsevillista recuerda con total añoranza ese regreso a casa: "A mí, que soy de Málaga y del Málaga desde pequeño, me dicen que me quieren. Vuelvo y veo que hay un equipazo. No cabía en mí".
Pero la realidad fue distinta a la que les prometieron. Según desveló Joaquín, estuvieron todo el año "sin ver un pavo" y les salvó "el grupo humano" para hacer una temporada tan histórica como la que firmaron.
Otro de los protagonistas, Cazorla, no pudo evitar recordar una de las anécdota más famosas de aquella temporada: "Un día, Pellegrini nos dice: 'Tenéis una charla con Fernando Hierro antes. Entonces, Joaquín se disfrazó de jeque. Entró Hierro y se lo encontró. Se empezó a reír y no podía ni dar la charla".
Sobre este capítulo, Joaquín explica cómo vivió aquel día: "Me disfracé de jeque. Él siempre decía, cada vez que le pedíamos explicaciones: 'In Salah'. Es algo así como Dios proveerá. Así que yo me tiré toda la mañana diciendo in Salah".
Y entre los actores secundarios del documental, cómo no, su amigo 'Hulio' Baptista. El brasileño subrayó cómo era aquel equipo: "En ese año, era el Real Madrid, el Barça y luego el Málaga. Después Atlético y Sevilla. Para que la gente entienda el nivel del Málaga en ese momento"
La gloria les duró dos años en La Rosaleda, pero si el propio Isco tuviese que elegir un día lo tiene claro: "Cuando el último día conseguimos meternos en Champions... fue una locura". Y para colmo, en la máxima competición europea, dieron un recital: "Nosotros estábamos que no nos lo creíamos. El primer partido 3-0, el segundo 0-3, luego viene el Milán y se le gana... Joder, qué buenos recuerdos me trae, macho".
Pero el final de aquella historia no fue precisamente feliz, como relató el protagonista del programa: "Hacemos un partidazo en Dortmund. Marco el 0-1 en una jugada entre Isco, Baptista y yo. Llegamos al minuto 86-87, que es cuando me cambian, e íbamos 1-2. Me fui saludando a la afición estando ya en semifinales. Te lo juro, fue sentarme y... un gol, otro gol".
Isco también lo recuerda con semejante crueldad: "Fue duro, lo teníamos ahí. A dos minutos de estar con el Málaga en unas semifinales de Champions. Madre mía, yo creo que es el momento deportivo más duro que he vivido hasta el momento". Y Baptista, por su parte, hizo una confesión muy personal: "Solo he llorado dos veces con el fútbol: una en el Mundial que perdí con Brasil y otra en Dortmund con el Málaga".
Y lo que es la vida, en la actualidad, el Málaga lucha por no descender a la Primera RFEF e Isco Alarcón sin equipo. Pero como en el fútbol todo es posible, quién sabe si sus caminos volverán a cruzarse.