A poco más de tres meses de que expire el plazo para que el Sevilla FC ejecute la cláusula recogida en el contrato de Isaac Romero que prolonga la vinculación hasta el 30 de junio de 2025, todavía no se ha producido la llamada en este sentido a los representantes del delantero, que sigue a lo suyo: cinco goles y una asistencia en sus ocho primeros encuentros en la elite. En ninguna cabeza en su sano juicio cabe que la entidad nervionense vaya a dejar marcharse libre a la 'perla' de su cantera este verano, aunque, estrictamente hablando, ahora mismo enfila su último ejercicio de vinculación con el club de sus amores, que no ha movido ficha. Y es así porque la ampliación es voluntaria, por lo que en la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán puede renunciar a ese derecho a mantener al lebrijano bajo su control. Vista su explosión con tan sólo 23 años, sería una locura, inimaginable. Pero lo cierto es que no quiere quedarse en ese término medio.
Probablemente, como quiera que Víctor Orta y sus superiores desearían conocer el suelo que pisarán en la 24/25 antes de articular contratos importantes, con la encomienda en realidad de reducir a tope su masa salarial, la continuidad a corto plazo de Isaac sea un mal menor para ganar tiempo, aunque los rectores blanquirrojos trabajan en una propuesta manifiestamente mejor en cuanto a sueldo y estatus, aumentando igualmente los años de contrario (tres o cuatro más) y, por supuesto, la cláusula. Las filtraciones en ese sentido son claras, aunque no ha habido, como se avanzó en ESTADIO Deportivo este miércoles, contacto alguno con el entorno más directo del ariete. Que sabe, obviamente, que la intención sevillista es retenerlo en condiciones. Porque la solución intermedia permitiría a cualquiera en su situación comprometerse con cualquiera el próximo 1 de enero. No es el caso, porque el interesado lo tiene claro.
"Personalmente, yo no sé nada apenas. Mis agentes ya se encargarán de hablar con el club y llegar a un acuerdo para que pueda seguir defendiendo este escudo por muchos años más", apuntaba el lebrijano esta semana a los compañeros de Movistar Plus. Sin duda, una declaración de intenciones en toda regla que, para ser sinceros, no pone las cosas muy fáciles a sus asesores de Promoesport Andalucía, ya que negociar con quien sabe que te quieres quedar a toda costa pone en una situación más cómoda al pagador. En cualquier caso, las exigencias monetarias deberán ir en consonancia a la pretendida subida de la cláusula de rescisión, que pasaría de los 15 millones de euros actuales, que serán seguramente 20 cuando acabe la temporada (y 22 los diez últimos días de cada ventana de transferencias), a un mínimo de 40 kilos, aunque el deseo de la otra parte es que sean 50 para un blindaje total hasta 2029.