Mucho tendrá que trabajar Mendilibar en las horas previas al choque de esta noche contra el Valencia para que Yassine Bono no juegue extramotivado ante el conjunto che, algo que también les suele pasar factura a ciertos profesionales. Y es que el meta marroquí ha pasado, en sólo 24 horas, de pensar en la primera oportunidad en LaLiga que le iba a dar el técnico vasco en el estreno liguero por las molestias de Marko Dmitrovic a ser el primer candidato para ejercer como el portero titular del Real Madrid para la 2023-24.
Tras conocerse ayer por la mañana la grave lesión del belga Thibaut Courtois, quien se perderá toda la temporada a causa de una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, el nombre del portero sevillista irrumpió durante la tarde como el gran favorito para relevarle. Lo que parecían simples cantos de sirena hoy se ha dado paso a un interés real. Los clubes ya están negociando el traspaso del guardameta internacional con Marruecos. Es una realidad. La situación se resume en la necesidad de encontrar un portero experimentado y con un precio razonable por parte del club madrileño y la necesidad de vender a uno de sus dos grandes activos en el mercado por parte de la entidad hispalense.
Cincuenta millones de euros es la cláusula que tiene Bono en el Sevilla FC, pero ambos frentes saben que por 20 'kilos' se estrecharían las manos. Sin embargo, hay un obstáculo que podría hacer incluso más barato su fichaje. También que los blancos den marcha atrás si se les va de precio. Y es que el meta blanquirrojo tendrá que disputar entre enero y febrero de 2024 la Copa África de Naciones con Marruecos, lo que podría suponer que se perdiera hasta 13 encuentros oficiales con el conjunto blanco.
Concretamente y contando con que el combinado norteafricano llegue a la final del torneo, Bono se perdería seis jornadas de LaLiga, cuatro rondas de Copa del Rey (hasta la ida de semifinales) y la Supercopa de España en Arabia Saudí, con sus semifinales y la final, si procede. Y por si esto fuera poco, tampoco estaría en la ida de los octavos de final de la Champions League en el caso de que los de Ancelotti consiguieran su plaza en ellos un año más.
Sin duda, se trata de un impedimento que ya le hizo al Bayern Múnich decantarse por Kepa cuando también había mostrado su interés en el sevillista. Ahora, esta letra pequeña podría ser un serio condicionante para que Florentino Pérez negocie aún más su precio o, incluso, para que el club blanco acabe firmando al segundo de su lista, De Gea.
No obstante, la negociación va por buen camino a estas horas, ya que en el Sevilla ya han comenzado a contactar con quien sería el sustituto de Bono en el plantel de Mendilibar.