Cualquier aspecto que rodee a Mauro Icardi se convierte en un 'culebrón'. En el llamado mundo del corazón es una estrella, especialmente en Argentina, pero es que todo lo que ha rodeado su aspecto deportivo también ha dado que hablar. En el Inter perdió la capitanía del equipo, se enfrentó a los aficionados y acabó saliendo por la puerta de atrás; su fichaje por el PSG no estuvo exento de controversia, pero finalmente pudo realizarse después de que el club italiano bajase sus pretensiones a 50 kilos -el pacto era de 70 millones- y el propio jugador se rebajase el sueldo... Por eso no es de extrañar que una vez que el PSG lo puso este año en el mercado, su salida no iba a ser normal.
Junto a Cavani, Frenkie de Jong o Depay, tal vez sean los grandes protagonistas de este verano. Después de tres meses aún no tiene destino y no han sido pocos los que han llamado y siguen llamando a sus puertas. Y eso que Icardi ha cedido y ha asumido su marcha, pero el gran obstáculo es un sueldo de 10 millones netos por temporada que no está al alcance de casi ningún club en Europa.
Tras rechazar o caérsele varias opciones y después de que lo hubieran ofrecido a la mayor parte de los clubes punteros de Europa que buscaban delanteros, la opción más factible de las últimas semanas es un Galatasaray que estaba dispuesto a asumir gran parte de su ficha, más que ningún otro pretendiente. Desde Turquía hace tiempo que ven cercano su fichaje, incluso lo han dado por cerrado en varias ocasiones. Desde Francia aseguran que Luis Campos, nuevo asesor deportivo del PSG, le ha convencido para que acepte esa oferta. Pero no se acaba de ir y sólo quedan poco más de cinco días para que se cierre el mercado.
Todo hace indicar que sigue esperando un equipo que juegue una de las cinco grandes Ligas o, en su defecto, en el que puedan seguir viéndolo en competiciones europeas, algo que el Galatasaray no puede ofrecerle. De hecho, el nombre del Sevilla FC, al que fue ofrecido hace algunas semanas, es el que sigue sonando con más fuerza últimamente.
Pero también hay otro obstáculo, al menos eso aseguran en Francia. Se trata de Wanda Nara. La empresaria, esposa y agente de Mauro Icardi no le seduce mucho dejar la capital francesa para irse a Estambul. Una información que ella quiso desmentir ayer a su llegada al aeropuerto de Buenos Aires, donde dejó claro que su opinión puede valer, pero que la decisión final será del propio delantero argentino. "Yo puedo aconsejarlo o darle una opinión, pero él es quien decide si se va del PSG", aseguraba la también influencer argentina.
Si nos atenemos a su carrera, la influencia de Wanda Nara ha sido siempre importante y, además, es la que negocia los contratos, de ahí que una vez más pueda ser decisiva.
El Sevilla nunca ha expresado su deseo de contar con el argentino, aunque Monchi dejó claro esta misma semana que el objetivo antes del 1-S es fichar a un goleador. Y se está moviendo en varios frentes (ayer se supo que había preguntado al Benfica por Yaremchuk). Tal vez Icardi fuera el más difícil en junio, inalcanzable, pero como en el caso de Anthony Martial, esos casos y otros como Depay, Cavani... se convierten en asequibles conforme el último día de mercado se acerca.
De Tomás sigue siendo la primera opción y el propio delantero perico se ha jugado mucho para poder vestir de blanquirrojo este verano, pero sólo podría venir si, como ya empiezan a aceptar en Barcelona, cuadran las cuentas. Mientras, Icardi sigue siendo una alternativa cada vez más válida.