Su rendimiento en la segunda vuelta de la 21/22, tras llegar del Oporto en el mercado invernal, fue prometedora. Dos goles y cuatro asistencias en 18 partidos de LaLiga, más apariciones puntuales en la Copa del Rey y la Europa League, permitían ser muy optimistas con el curso que acaba de finalizar, habida cuenta de que Jesús Corona tendría una pretemporada por delante para estar al mismo nivel que sus compañeros. Era, además, un año importante, porque en noviembre esperaba el Mundial de Qatar. Sin embargo, el mexicano cierra la 22/23 con apenas 109 minutos en su haber, un gol (en Valladolid, el día de su reaparición) y cuatro partidos. Porque, tras debutar ante Osasuna, tuvo el infortunio de fracturarse el peroné durante un entrenamiento.
La lógica descartaba al 'Tecatito' de la magna cita a orillas del Golfo Pérsico, pero él apretó al máximo para obrar el milagro. No pudo ser, si bien las relaciones entre el futbolista y su club se tensaron al anunciar el Sevilla antes que él, por boca de su entonces entrenador Jorge Sampaoli, que no llegaría al torneo. El propio azteca se molestó, como la Federación de su país y el ya ex seleccionador, 'Tata' Martino, que amenazaba con desplazarse a la capital hispalense con los médicos del 'Tri' con el fin de dilucidar si es que los blanquirrojos no querían forzarle o restaba realmente lesionado. Finalmente, la convalecencia de Corona se prolongó nueve meses, con una dolencia de tobillo heredada de la principal, retornando en Valladolid con un gol que celebró con rabia.
Ahora, se plantea un nuevo debate sobre su futuro, aunque tendrá poco recorrido: el de Hermosillo, con otras dos campañas de contrato en Nervión, continuará. Así lo ha decidido él y así lo atestigua un conocido periodista de su país, Julio Rodríguez. Como no podía ser de otra forma, tanto Mendilibar como los consejeros sevillistas están conformes con su permanencia, hasta el punto de que lo consideran un pilar del próximo proyecto. Monitorizado y deseado muchos años por Monchi y Lopetegui, el isleño consiguió sacarlo de tierras portuguesas por apenas tres millones de euros a menos de un semestre de que se convirtiera en agente libre y, pese al año en blanco, 'Tecatito' se encuentra en plena madurez personal y deportiva, muy adaptado a la ciudad y al equipo.
La idea es que descanse, sin olvidar su puesta a punto, y que aproveche la pretemporada para fortalecer la zona operada y ganar fondo físico, ya que uno de sus fuertes siempre fue el regate y la punta de velocidad, que irá recuperando y afinando progresivamente. Sin duda, tras el regreso al Tottenham del cedido Bryan Gil, el mexicano será uno de los 'pesos pesados' para el preparador del Zaldívar en los costados del ataque nervionense dentro de su habitual 1-4-2-3-1.