Hay que hacerse a la idea que el Sevilla FC que conocíamos ya no existe, al menos en el futuro más inmediato. Salvo giro radical y a pesar de la mejora que Quique Sánchez Flores ha otorgado a la plantilla, la clasificación para Europa es una utopía en un año donde no han salido las cosas desde el inicio. Tres entrenadores, una plantilla devaluada y un paso fugaz por Europa. Con esta tesitura, el conjunto sevillista deberá apretarse el cinturón y las fichas de tres millones de euros pasarán a mejor vida. Tiempo para imaginar y volver a la fórmula que hizo grande a esta entidad.
Víctor Orta deberá apostar por el engranaje de jugadores de un perfil distinto al actual. No competir en Europa abre un cisma en la planificación, que exige un recorte ya obligado. Jugadores cedidos con opciones de compra altas como las de Hannibal Mejbri y Soumaré hacen inviable su continuidad. Al menos en el caso del centrocampista francés. Porque el internacional tunecino no parece del agrado de Quique Sánchez Flores.
Cambio radical se verá en la plantilla del Sevilla de cara a la temporada 2024/2025. Muy pocos jugadores tienen asegurada su continuidad. Otros verán con buenos ojos salir para seguir compitiendo al más alto nivel. El equipo que preside José María Del Nido Carrasco necesita ingresar en ventas, pero ¿qué jugadores pueden dejar rédito sustancioso en las arcas del club?
Echando el vistazo a la plantilla sevillista sólo hay tres jugadores por los que sacar un pellizco. Los canteranos Juanlu Sánchez e Isaac Romero, además de Youssef En-Nesyri. La venta de los pilares de cantera no se contempla. Sobre ellos, principalmente, debe edificarse un nuevo Sevilla. La renovación del delantero de Lebrija ya se trata y el lateral de Montequinto empieza a consolidarse y aprender de su mentor, Jesús Navas.
Por descarte, la venta de En-Nesyri se antoja clave para el futuro. Le queda un año más de contrato. O renueva o se vende. Y la opción dos es la más factible a día de hoy. Cuando está enchufado, el marroquí es un delantero con pegada y gol. Y eso en el fútbol vale mucho dinero. Esta temporada lleva 13 goles, cuatro desde que volvió de la Copa África.
El Sevilla se frota las manos para que el ex del Málaga termine esta irregular campaña en lo colectivo con la mayor cifra de goles posible. Una manera de inflar su precio en el mercado. Ya hace unos años, el West Ham estaba dispuesto a llevarse al ariete. Un interés que viene de lejos. La Premier League, por potencial económico, podría ser su destino ideal.
Sanear las cuentas es una obligación y el traspaso de Youssef En-Nesyri se vislumbra como una solución para parchear y reconstruir los cimientos de un Sevilla que deberá resetearse después de muchos años acostumbrado a un paladar exquisito.