Casi al unísono, Manchester City y Sevilla FC emitían un comunicado en la tarde de este jueves para "condenar enérgicamente" el presunto episodio racista que vivió el lateral derecho albiceleste, Rico Lewis, autor del 1-1 en la víspera en el Etihad Stadium, por parte de un grupo reducido de aficionados nervionenses, hecho del que fueron informados los responsables blanquirrojos por parte de sus homólogos británicos y que se está analizando de forma interna para depurar responsabilidades.
"El Manchester City condena enérgicamente los insultos racistas de los que fue objeto Rico Lewis por parte de la afición sevillista en el partido de ayer. Entendemos que se han realizado dos arrestos y seguimos trabajando con Sevilla y GMP (Greater Manchester Police) para investigar este asunto. No toleraremos ningún tipo de discriminación en nuestro estadio y ofreceremos todo nuestro apoyo a Rico después de estos viles incidentes", afirmaba la entidad 'citizen', al tiempo que la respuesta de su hasta ahora rival en el Grupo G de la Champions League no difiere prácticamente nada: "El Sevilla FC condena enérgicamente el comportamiento de dos aficionados ubicados en el sector visitante del estadio del Manchester City, que fueron identificados y acusados de tener, presuntamente, un comportamiento racista hacia el jugador local Rico Lewis. El club está a la espera de conocer de manera oficial estos hechos, de los que tiene conocimiento a través del Manchester City, y, si estos quedan demostrados, expulsará de su nómina de socios a los dos aficionados identificados. El Sevilla FC recuerda que en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán jamás ha habido episodios racistas o xenófobos y su afición se ha significado siempre en la lucha contra el racismo".
En plena crisis deportiva e institucional, con el equipo en la zona de descenso a Segunda división en LaLiga y eliminado de la máxima competición continental a las primeras de cambio por segunda temporada consecutiva, esta polémica llega en el peor momento posible para los nervionenses, que se aferran a un hipotético triunfo en el derbi ante el Real Betis como punto de inflexión en una temporada que se prevé dura. Con la Europa League como consuelo, el Sevilla quiso despedirse con un buen resultado ante el City, lo que apuntaba a factible tras una buena primera parte en la que Rafa Mir gozó de varias oportunidades, anotando una para firmar un prometedor 0-1 al descanso. En la reanudación, sin embargo, los de Guardiola arrollaron a su oponente.
Un tanto de Rico Lewis, lateral de 17 años que batió a Bono por alto después de un robo de Julián Álvarez en una pifia de Alex Telles, puso la igualada, acción tras la que supuestamente se desataron los insultos racistas por parte de apenas un par de hinchas visitantes. Luego, el propio artillero ex de River Plate aprovechaba un gran pase de De Bruyne para obrar una remontada que, tras otra presión exitosa del argentino, en esta ocasión tras un resbalón de José Ángel Carmona, rubricaría Mahrez, poniendo de manifiesto que hay mucho trabajo por delante para reflotar la nave blanquirroja.