Quique Sánchez Flores dirigió en la mañana de hoy su último entrenamiento como técnico sevillista de cara a preparar el choque de despedida contra el Barcelona en el Ramón Sánchez-Pizjuán, una vez que se comunicara de forma oficial que el madrileño no continúa al frente del banquillo nervionense.
Una sesión con sabor a adiós en la que se respiró muy bien ambiente y Quique recibió una última buena noticia que resulta relevante para el sevillismo. En este sentido, Marcos Acuña rompió las previsiones y se entrenó con total normalidad en la jornada de este sábado después de haber estado ausente en los anteriores entrenos y que incluso Quique lo descartara para la cita contra el Barça en la rueda de prensa de ayer.
Sin embargo, el 'Huevo' ha apretado en las horas previas para no perderse este encuentro, consciente de que, posiblemente, será el último como sevillista tras cuatro temporadas en el Ramón Sánchez-Pizjuán. En este sentido, lo más probable es que el argentino abandone el Sevilla este verano después de que estuviera cerca de hacerlo el verano pasado al disponer de una oferta sobre la mesa del Aston Villa, y el encuentro de mañana servirá de despedida, razón por la que no quiere perdérselo bajo ningún concepto. Si no saliera de inicio en favor de Pedrosa, jugará algunos minutos contra los azulgranas.
También está disponible Lucas Ocampos, con problemas durante la semana, pero que hoy se ha ejercitado con completa normalidad, por lo que se encuentra disponible para el Barça
En el capítulo de malas noticias, Quique ha entrenado por última vez al cuadro nevionense con un total de cinco bajas, las ya consabidas de Erik Lamela, Jesús Navas, Sow, Isaac Romero y Óliver Torres.
El palaciego, después del culebrón de su renovación, resuelta con una ampliación hasta diciembre de 2024, cayó lesionado en el partido contra el Athletic, con "una sobrecarga en el bíceps femoral de la pierna izquierda" que le impide despedir la campaña en el Sánchez-Pizjuán, pero que no le arruinará la Eurocopa, a la que llegará sin problemas.
El resto de ausentes son lesionados de larga duración, que, en el caso de Óliver Torres y Erik Lamela, no dispondrán de la oportunidad de despedirse sobre el césped, al tratarse también de su último partido como futbolistas nervionenses. El futuro de Sow es una incógnita, aunque en principio seguirá, e Isaac Romero renovó ayer mismo hasta 2028 con una cláusula de 30 millones.