Sin duda alguna, una de las principales cuestiones que mantienen a todos en vilo en el seno del Sevilla FC es el futuro de Sergio Ramos. Tras una dura temporada en su regreso a Nervión, el camero aún no ha decidido qué camino tomar. Tiene sobre la mesa una oferta de renovación del contrato que finaliza el próximo 30 de junio, pero en la planta noble del Sánchez Pizjuán siguen aguardando su respuesta.
“Él se merece que el Sevilla le espera”, aseguró al respecto el presidente, Del Nido Carrasco, durante la presentación de García Pimienta como nuevo entrenador. El catalán, como todos, desea contar con él de cara al proyecto de la 24/25, pero su antecesor, Quique Sánchez Flores, fue tajante al respecto: “Creo que no quiere ser parte de un escenario catastrófico”.
Ahí radica el gran problema. Más allá de una sustanciosa mejora salarial, que en cualquier caso siempre estará lejos de lo que le puedan ofrecer en el extranjero, lo que Sergio Ramos quiere comprobar antes de decidirse es si las bases del nuevo proyecto son realmente sólidas.
De lo que no cabe duda es de que, a sus 38 años, el central está en plena forma para seguir liderando la zaga sevillista. Pero su importancia va mucho más allá de lo que ofrece en el terreno de juego y se considera que su continuidad puede resultar vital para mantener al vestuario unido.
Mucho se ha hablado de su liderazgo fuera del campo y ahora ha sido su ya ex compañero, Óliver Torres, quien ha hablado de ello con pelos y señales, desvelando un episodio que pone de manifiesto la implicación del camero. Fue tras la dura derrota sufrida a finales de noviembre ante el PSV Eindhoven, que remontó un 2-0 en el Pizjuán, con gol incluido del propio Ramos, para dejar a los nervionenses sin opciones de clasificación en su grupo de Champions.
"Perdimos contra el PSV en casa y entró todo el mundo chillando. Criticando e intentando señalar culpables. Sergio se levantó de su asiento y dijo que lo que había que hacer era callarse todo el mundo y que el que no estuviera en ese barco, que cogiera la puerta y se fuera. Fueron unas palabras que calaron mucho. A partir de ahí nos dimos cuenta de que el problema y la solución estaba dentro del vestuario, y que cuando se vea que alguien no está con el grupo, se tiene que aislar", ha asegurado en Relevo el nuevo jugador de Rayados de Monterrey, quien afirmó, además, que le ha bastado “un año” para decir que el central “es el mejor compañero” que ha tenido.
Por todo ello, en Nervión cruzan los dedos, esperando a que Ramos tome la palabra. Propuestas no le faltan. Desde Turquía, donde ha sido relacionado con el Galatasaray, hasta la MLS de Estados Unidos, con el San Diego FC dispuesto ofrecerle un retiro dorado a base de millones.