Discutir a Diego Alonso después de tan sólo cinco partidos al frente del Sevilla FC parece una locura, pero, como acuñó el inolvidable Maestro Araújo, en fútbol no puede elevarse nada a definitivo. La lógica indica que el uruguayo necesita más tiempo y, consultada la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán, parece que su crédito, si no intacto, permanece en cuotas importantes. No en vano, sólo ha perdido un encuentro en este periodo (1-2 contra el Arsenal FC en Champions League), empatando contra Real Madrid, Cádiz CF y RC Celta, aparte de vencer en Copa del Rey al modesto CD Quintanar. Lo que más dudas ha generado es la aparente involución en LaLiga, donde se pasó de tutear al hasta ahora líder sólido de Primera a tener que remontar marcadores adversos ante oponentes de la parte baja. Aunque se le reconoce la capacidad para revertir estas tesituras adversas para rescatar puntos en el Nuevo Mirandilla y Balaídos.
No haber sabido inculcar esas actitud y concentración a los suyos desde el principio figura en su debe, pero no se han percibido (porque ha habido consultas, eso es indiscutible) rebeliones en el vestuario ni problemas internos de ninguna índole. En su mayoría, la plantilla es partidaria del ideario aportado por el ex seleccionador charrúa, inteligente al desvincularse públicamente de las comparaciones con Jorge Sampaoli en esa 'salida lavolpiana' que tango gusta a técnicos admiradores de Bielsa y compañía. "No estoy de acuerdo con que el balón tenga que salir jugado todo el tiempo; no soy extremista. El juego asociativo nos puede permitir generar ventaja, pero, si no nos la permite porque estamos mal estructurados, como nos pasó en Cádiz, hay otras soluciones. Si no tenemos ventaja numérica en la jugada, tendremos ventaja al espacio", precisaba oportunamente antes de viajar a Vigo.
Desde las altas esferas descartan a ESTADIO Deportivo cualquier tipo de ultimátum, incluso aunque el equipo perdiese en Londres el miércoles y enterrase sus pocas opciones de pasar a octavos de final de la máxima competición continental, pues se achaca a los tropiezos previos con José Luis Mendilibar ante RC Lens en casa y PSV en Eindhoven la obligación de jugarse el todo por el todo en un doble enfrentamiento con el Arsenal, sin duda el favorito del grupo. No obstante, hay confianza en que los nervionenses den la cara en el Emirates Stadium y, por qué no, la sorpresa. Otra cosa sería caer allí y el domingo 12 de noviembre en El Gran Derbi, aunque eso ya son 'cuentos de la lechera' innecesarios. Nadie oculta que se esperaban más de dos puntos en los dos duelos ante amarillos y celestes, pero se cruzan los dedos para que no haya un bajón tal que fuerce una intervención tan pronto de Castro Carmona y Del Nido Carrasco.
Con la junta general de accionistas a menos de un mes vista, ni que decir tiene que aterrizar el 4-D con otro relevo en el banquillo menoscabaría la figura de los dos máximos dirigentes blanquirrojos. En resumen, aunque suene a perogrullada, solamente una catástrofe deportiva en forma de goleada de los 'gunners' y victoria del Real Betis con una pésima imagen del Sevilla FC adelantaría los acontecimientos que nadie desea ni aventura en las inmediaciones de Eduardo Dato. Antes al contrario, hay quien, con bastante mando en plaza además, mantiene alto el índice de optimismo sobre el éxito de Diego Alonso en su actual cargo. Y no se trata de su gran mentor, Víctor Orta, responsable último de la decisión de contratarle, pues hay que recordar que, aunque no era el 'plan A' para el comité de dirección en su conjunto, sí para el alto ejecutivo madrileño a título particular.