El Sevilla FC avanza en la 23/24 cual 'gallinita ciega', con las manos por delante, sin ver dónde puede estar el escalón y sin saber calcular la profundidad del mismo. Con Diego Alonso acumulando ratificaciones después de 11 partidos seguidos sin ganar entre LaLiga y la Champions League, fuera de Europa en diciembre por primera vez en 11 años y quinto por la cola en la clasificación de Primera división, sólo queda agarrarse al clavo ardiendo del mercado de enero. Aunque ahí la papeleta también es curiosa, ya que lejos de poder gastar, el club necesita generar ingresos por venta. La única pirueta posible de Víctor Orta pasa por promoción de canteranos -Isaac Romero aporrea la puerta en un ahora o nunca- y alguna cesión, para lo cual antes necesita liberar fichas. Y ahí Fernando Reges ha levantado la mano en un gesto de valorar, más aún teniendo en cuenta que se le ha caído su primera opción para volver a Brasil: el Vila Nova FC, el club de su ciudad natal en el que empezó toda esta historia.
La opción de volver a su país lleva tiempo sobre la mesa -ha tenido varias opciones- y más aún, en la mente de Fernando. La idea del mediocentro cuando llegó procedente del Galatasaray en 2019 era ofrecer dos o tres años a buen nivel en el Sevilla FC, en una última aventura en la elite antes de plegar velas y disfrutar de la recta final de su dilatada trayectoria deportiva en su país. Sin embargo, el excelso nivel que dio el 'Pulpo' como blanquirrojo lo define su apodo, representativo de la omnipresencia en el campo del '20'. Eso le hizo retrasar sus planes y firmar en enero de 2022 una renovación por dos cursos más que se le están haciendo eternos a todas las partes.
Lesiones variopintas -musculares, articulares (ahora es el hombro) e incluso una mononucleosis- que le han impedido estar al cien por cien en casi todo este tiempo; el clima autodestructivo que desde hace meses se respira en el Sevilla FC, sumido en una negatividad absoluta deportiva e institucional; alguna de otra 'peladura de cable' impropias en una persona de comportamiento intachable, como su feo a Mendilibar a ojos de todo el Sánchez-Pizjuán o esa iracunda protesta por la que fue expulsado ante el PSV; duros golpes emocionales, como la reciente pérdida de un familiar muy cercano... Fernando hace tiempo que no está bien, que no logra alcanzar su nivel y lleva tiempo meditando dar un paso al costado, liberando no sólo una licencia sino también uno de los sueldos más altos del envejecido plantel.
En esa línea, tal como adelanta El Desmarque, desde el entorno de Fernando admiten contactos con el Sevilla FC para negociar la rescisión amistosa de esos seis últimos meses de contrato. Teniendo en cuenta que el pivote se perderá lo que resta de año por una subluxación de hombro, a día de hoy el escenario más probable es que no vuelva a jugar con la camiseta blanquirroja, con la que ha ganado dos títulos de la Europa League y ha disputado 170 encuentros (siete goles y 10 asistencias).
Al respecto de esta información, el perfil en redes sociales @futbolyprogreso -especializado en noticias de Brasil-, recuerda que la idea de Fernando era volver al Vila Nova FC, club en el que se formó como canterano y en el que militó hasta 2007, cuando dio el salto para ganar títulos con Oporto, Manchester City, Galatasaray y Sevilla FC. El escenario pintaba a digno de sueño, pues el club acariciaba el ascenso a la Serie A brasileña, objetivo que se escapó en la última jornada, siendo condenado a seguir en Serie B y dificultando así el deseado regreso del hijo pródigo Fernando Reges como sustituto de Ralf (39 años). Ya el verano pasado llegó a valorar un ofertón del fútbol árabe que igual hoy vería con otros ojos y estuvo de visita en la que fue su casa en el club de Goiás. Además, tuvo serias opciones para marcharse a Vasco da Gama, que ahora se sitúa de nuevo como claro favorito para llevar a cabo la repatriación.