El entrenador de LaLiga al que ha tocado dos veces Monchi y que sigue sin cláusula de rescisión

El pasado 6 de octubre, el Sevilla FC hacía oficial lo que ya era un secreto a voces desde las semanas previas, incluso aún con Julen Lopetegui en el banquillo: Jorge Sampaoli era el encargado de reflotar la nave blanquirroja, que navegaba a la deriva en LaLiga y la Champions League, a la espera de comenzar su concurso en la Copa del Rey. Además, el de Casilda, que abandonó precipitadamente Nervión en su anterior etapa (la temporada 16/17) para dirigir a la selección argentina, tiene contrato hasta el 30 de junio de 2024, aunque el fútbol es caprichoso y depende de múltiples factores, rompiéndose siempre la cuerda por el mismo sitio.

Un paisano del míster guipuzcoano, según publican en San Sebastián, pudo relevarle, probablemente cuando en la primavera de este mismo año se manejó el escenario de una separación de los caminos del ex seleccionador nacional y la entidad hispalense, después de tres temporadas exitosas en las que, sin embargo, no había conectado con la grada, al tiempo que el juego había sufrido una involución. Pero Monchi apostó siempre por la continuidad del preparador de Asteasu, que arrancaría en la 22/23 para ser destituido debido a los malos resultados, que apenas han mejorado, aunque los derroteros bien pudieron ser otros.

Sigue con trabajo y reconocimiento

De hecho, algo que se ha conocido tras su reciente renovación hasta 2025, Imanol Alguacil estaba entre las preferencias del director deportivo isleño, según apuntan los compañeros de 'Mundo Deportivo', que han podido corroborar que el Sevilla FC lo ha llamado hasta en dos ocasiones, así como recientemente el Villarreal (tras conocer alguna de las dos 'espantás' de Unai Emery, la segunda consumada en dirección al Aston Villa, dejando su cargo a Quique Setién), más clubes de la Premier League y de las otras cuatro grandes Ligas. Los nervionenses estaban interesados en conocer si tenía planes a partir de la 23/24, pues su anterior vinculación expiraba a mitad del año próximo, pero no hubo suerte ni poder de convicción.

El de Orio, que firmó una gran etapa en la cantera blanquiazul antes de dar el salto al primer equipo de la Real Sociedad a finales de 2018, ha verbalizado que no tiene intención de marcharse, siendo tanto empleado como fanático 'txuri-urdin', por lo que, pese a ser un profesional de los banquillos, no se ve "nunca" defendiendo otra camiseta, por lo que, salvo que un hipotético despido en el futuro le hiciese cambiar de opinión, parece que solamente será donostiarra. Tal es la confianza de ambas partes que no se ha incluido, según la misma fuente, una cláusula de rescisión con la que forzar unilateralmente su salida.