Casi 6.600 días después de su última partido como futbolista del Sevilla, Sergio Ramos volvió a jugar como sevillista en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Exactamente han sido 6.595 días, como el mismo Sergio Ramos se encargó de recordar en sus redes sociales tras el partido, un partido donde no pudo evitar el revivir sensaciones únicas y qué mejor que con una victoria ante su afición. "Volver a casa sabe mejor con victoria y portería a cero. Ha sido increíble sentir el calor del Ramón Sánchez-Pizjuán 6.595 días después. ¡Seguimos!", tuiteaba el '4' en su cuenta de 'X'.
Y no es para menos, pues Sergio Ramos jugó todo el partido completo habiendo sido el último en llegar al equipo, lo demuestra que ha trabajado a un gran nivel aunque en solitario durante todo el verano y que tan sólo le falta ir cogiendo las sensaciones del partido para tener esa 'chispa' que te da el partido a partido. José Luis Mendilibar confía ciegamente en él, lo demostró ayer, sentando a Nemanja Gudelj y dándole el eje de la zaga junto a Loïc Badé. No le temblaron las piernas a Sergio Ramos, al que se le pudo ver en todo momento sacando a relucir ese carácter de líder.
Dialogando continuamente con sus compañeros, también con los rivales y con Martínez Munuera, lo que viene siendo un capitán sin brazalete. Y lo dejó más claro aún una vez terminado el partido cuando entró al vestuario. Una cámara del Sevilla Fútbol Club lo seguía mientras iba felicitando y chocando las manos de todos sus compañeros, José Castro y José María del Nido Carrasco incluidos, para acabar abrazándose a Mendilibar.
"Bien gente muy bien, tres puntitos, de p*** madre. Eso es, muy bien gente", gritaba en mitad del vestuario ante los aplausos de sus compañero para abrazarse a Jesús Navas. "¡Bien enano!", le decía al palaciego para acabar entre bromas con un: "He corrido como un cabrón".
Curiosamente, con la presencia de Sergio Ramos en el campo ha llegado la primera portería a cero de la temporada, a la que sin duda el camero tiene parte de culpa pues en la primera parte evitó un gol de la UD Las Palmas con Dmitrovic en el suelto tras despejar un balón. El '4' aparecía para despejar la pelota antes de que entrara en la portería sevillista. Carácter, liderazgo y calidad, tres cualidades que el Sevilla necesitaba y mucho en su defensa.