La enfermedad concreta que sufre Fernando y por qué sigue sin poder jugar con el Sevilla

Su último encuentro fue el 18 de septiembre en Villarreal. Se retiró al descanso por unas molestias sin determinar, aunque no estaba siendo el mismo. Doce días más tardes, Fernando Reges desvelaba la razón en exclusiva durante la entrevista que concedió a ESTADIO Deportivo. Una enfermedad a la que no ponía nombre, que tampoco trascendió por la obligación de los servicios médicos del Sevilla FC de respetar la confidencialidad de los futbolistas, especialmente en estos casos, aunque 'Diario de Sevilla' explica este lunes por qué no ha podido rendir como esperaba y por qué sigue fuera de los terrenos de juego, sin fecha concreta para su vuelta, que no parece inminente, ya que el ritmo al que se ejercita el pivote brasileño es mucho menor del de sus compañeros.

Se trata de la familiarmente conocida como 'enfermedad del beso', la mononucleosis, que se popularizó así por ser la saliva el método más habitual de contagio, aunque no necesariamente boca a boca, porque se han dado muchos casos de transmisión a través de vasos de cristal sin la correspondiente limpieza. La fiebre ganglionar de Pfeiffer suele estar causada por el virus de Epstein Barr y es una dolencia infecciosa, aguda, febril y autolimitada, que acostumbra a remitir por sí sola en 2-3 semanas, aunque, tras un periodo de incubación asintomático que puede llegar hasta los 50 días, cursa con mal estado general, dolor de cabeza, astenia (falta de energía), anorexia y mialgias (dolores musculares). Es más frecuente en niños de entre 4 y 12 años, pero la padecen a veces adultos. Sus secuelas no suelen ser graves, aunque, dependiendo el individuo, pueden afectar al hígado, el bazo o las terminaciones neuronales.

Secuelas físicas

Según la misma fuente, Fernando ha perdido bastante peso, ya que, como deportista de elite, se ve mucho más afectado que las personas normales con enfermedades que afectan a la forma física, por lo que necesitará de una mini pretemporada para recuperar tono muscular, aparte de que las sensaciones ahora mismo no son las mejores. Sampaoli le está apretando, pero, como dijo este lunes en la sala de prensa del Westfalenstadion, no es demasiado optimista: "Lo quisiera tener ya. No conozco mucho del área médica. Me dicen que la evolución es más lenta de lo normal. Confío en que un día se levante y esté mejor. Tengo contacto con él a diario, pero aún no está, lamentablemente. Los compañeros y yo lo necesitamos”.

Encima, la planificación de Monchi no incluyó la contratación de un relevo de garantías para el brasileño en el eje de la medular, una carencia que está afectando al equipo, que cuenta con Gudelj, aunque el serbio ha sido utilizado más veces como central por necesidad desde el curso pasado que como pivote. La calidad, la capacidad de liderazgo y la experiencia del ex del Galatasaray, que cumplió 35 años este mes de julio y renovó hasta 2024, provoca que su ausencia tengo todavía más peso y trascendencia. Desde Marsella podría llegar alguien que el nuevo técnico conoce bien.