Aitor Torvisco4 min lecturaEl capitán del Sevilla FC, Jesús Navas, ha salido como titular este sábado en el último partido de su carrera en el Ramón Sánchez-Pizjuán, frente al RC Celta, en un once muy remozado por Xavier García Pimienta, que alinea a Gonzalo Montiel como lateral diestro, al mediocentro del filial Manu Bueno y al delantero nigeriano Kelechi Iheanacho. Todo ello, debido a la sanción por un partido a José Ángel Carmona, Juanlu Sánchez e Isaac Romero que el Comité de Disciplina de la RFEF ha notificado esta misma mañana por haber exhibido una pancarta con un escudo del Real Betis tachado tras el derbi del pasado 6 de octubre. Pese al borrón, el inicio del encuentro ha sido muy emotivo. No se lo ha querido perder nadie: familia, como la emocionada mujer de la Leyenda, amigos y hasta excompañeros como Tomas Vaclik.
"Claro, no podía perderme su último partido en su casa. Es muy bueno. Hemos jugado tres años juntos y si hay alguien merece algo especial ése es Jesús. Por eso quería estar hoy aquí y ver su último partido en el Sánchez-Pizjuán", explicaba el portero checo, que se paró a atender a los medios de comunicación a su llegada a la 'Bombera de Nervión' para despedir a una 'Leyenda' que además tiene el privilegio de considerar un buen amigo.
Vaclik ha recordado los muchos y buenos momentos que ha compartido con el 'Duende' de Los Palacios y Villafranca, el jugador con más títulos en la historia del Sevilla FC (ocho) y de la selección española (cuatro). "Junto ganamos una Europa League que fue un momento inolvidable para el Sevilla FC. He tenido la oportunidad de ganar algo con Jesús. No es que lo sea todo para mí, es que lo piensan todos los compañeros que han estado en un vestuario con Jesús", añadía, ante la cámaras de ESTADIO Deportivo del compañero de esta casa Iván Díaz.
Por si le faltaba emoción al cancerbero, la que fue su afición le tocó aún más la fibra. "Estoy muy soprendido por el cariño, tengo al Sevilla FC en el corazón y es un club muy importante tanto para mí como para toda mi familia", relataba con felicidad y orgullo al ser preguntado por las numerosas solicitudes de fotografía y las numerosas firmas de autógrafos. Nervión le quiere.
"Hace tres años y medio que me fui de aquí y lo hice sin gente", recuerda, sobre una etapa en la que la pandemia del coronavirus impedía el acceso de espectadores a las gradas de los estadios y que, por lo tanto, le privó de recibir el cariño de la gente. "No tuve la oportunidad de decirles adiós y esto es muy bonito para mí", insistió, recordando que sus hijos nacieron en la capital andaluza.