La lesión de gravedad de Saúl Ñíguez, sumada a la de Sow y de Lokonga, ya en su fase final, genera dudas en un centro del campo sevillista que necesitará cambios y nuevas fórmulas para encontrar la manera de desarrollar la propuesta de García Pimienta. En este sentido, obliga a considerar a Gudelj pivote y posiblemente a recurrir de inicio a Agoumé, mientras que por delante existe la duda de si utilizará a Juanlu, Peque e, incluso, a Suso. No sería descartable que, según el partido, prescinda de un medio de contención para armar la circulación con el gaditano y otra pieza.
No obstante, la medular no es la única demarcación con incógnitas de cara al choque del domingo contra el Athletic, pues la ausencia de Marcao por su expulsión contra el Valladolid deja una vacante en el centro de la zaga que todavía no está demasiado claro quién la ocupara. Así, con Gudelj posiblemente en tareas de mediocentro, se produce de nuevo una batalla excluyente entre los dos centrales restantes que, nuevamente, puede marcar un punto de inflexión en la trayectoria de uno de ellos.
Kike Salas o Nianzou. Nianzou o Kike Salas. Uno de ellos confirmará su rol de tercer central de la plantilla sin contar al serbio, mientras que el otro quedará relegado a un papel más secundario. Ante el Getafe, en el que se dio una situación similar por la baja de Badé, fue el parisino el que se llevó el gato al agua, mientras que el sevillano solo salió al terreno de juego en la recta final.
Un palo para el que pronto dispuso de una oportunidad para resarcirse una vez que Pimienta prefirió no forzar a Badé y juntó a Salas y Nianzou ante el Alavés por la operación nasal de Marcao. La fórmula no funcionó y el que fue sacrificado antes de tiempo fue el francés, sustituido por Badé en el 70'. En la previa de dicho partido, el técnico había alabado al ex del Bayern, asegurando que albergaba "un potencial enorme". Este halago parecía una sentencia para Kike Salas, si bien desde entonces ha jugado algo más que su compañero, los 20 minutos de más contra los babazzorros y el minuto con el Valladolid.
En dicho encuentro, el Sevilla partió con Badé y Marcao y en el ocaso, para proteger la ventaja con uno menos, Pimienta recurrió al sevillano y dejó sentado a Nianzou. Eso sí, en el cómpluto global, el francés ha disputado 250 minutos por los 185 de Salas.
Ahora la ausencia de Marcao reabre el debate de quién debe jugar como central junto a Badé y ahora tiene incluso más relevancia que tras el parón, lo que supone un dilema, sobre todo con Kike Salas, que podría pasar de titular indiscutible con Quique a cuarto central por detrás de un Nianzou, sumido en el ostracismo en el ejercicio anterior. Hay mucho en juego.