Aitor Torvisco4 min lecturaLa Real Sociedad despidió una temporada para la historia en la tarde del pasado domingo, al ganar al Sevilla FC por 2-1 en un disputado encuentro dominado por los donostiarras con tantos de Brais Méndez y Mohamed-Ali Cho, recortado por la diana del nervionense Erik Lamela. No obstante, el partido fue de lo menos. Lo más importante fueron los numerosos y diversos fastos que tuvieron lugar en los minutos previos al inicio de la última jornada de LaLiga 22/23, con detallazos recíprocos aplaudidos por ambas aficiones, y también después del pitido final en Anoeta.
Era un día muy importante para la Real Sociedad, que ya estaba matemáticamente clasificada para la Champions League gracias a un meritorio cuarto puesto en la clasificación de Primera división. Recibía en San Sebastián al Sevilla FC, uno de sus cuatro compañeros en la máxima categoría continental la próxima temporada junto a FC Barcelona, Real Madrid y Atlético. Los pupilos de José Luis Mendilibar llegaban de celebrar por todo lo alto la conquista en Budapest (Hungría) de su séptima Europa League, y los de Imanol Alguacil buscaban una victoria para despedir a lo grande a su capitán, Asier Illarramendi, y para celebrar el récord de victorias en una temporada entre todas las competiciones, con ni más ni menos que 30 triunfos.
Antes de la celebración, el once inicial de la Real Sociedad formó respetuosamente un pasillo para recibir con honores y aplausos de reconocimiento al Sevilla FC por su enésima conquista de un título europeo. La imagen dio la vuelta por redes sociales, televisiones y medios de comunicación de todo el país; con un unánime mensaje de gratitud por parte de toda la familia blanquirroja; pero hubo un detalle de los sevillistas que ha pasado prácticamente desapercibido y que ha gustado mucho en Donostia.
Los jugadores del Sevilla FC correspondieron el gesto de la Real Sociedad con una coordinada salida al terreno de juego tomando todas las precauciones que podían para evitar pisar el escudo del club 'txuri-urdin' estampado en la banda, justo a la altura de la línea divisoria de los dos campos que servía de recorrido del pasillo de honor.
El gesto, digno de ser reconocido, ha sido destacado en Twitter por el aficionado realista Unai Sánchez, en respuesta un vídeo del pasillo publicado por el periodista Iker Castaño, reconocido simpatizante del conjunto nervionense y encargado de cubrir la información de la Real Sociedad para Diario Vasco y la Cadena SER en Guipúzcoa. Da gusto leer los comentarios de respeto y felicitaciones mutuas que se brindan aficionados de ambos equipos en las respuestas a ambas publicaciones, algo por desgracia muy poco habitual en los tiempos de crispación que corren en la vida, en general; en el fútbol, en concreto; y en las redes sociales, muy en particular.