A principios del pasado mes de diciembre, los domicilios personales y profesionales de varios consejeros del Sevilla FC, empezando por Carolina Alés y terminando con José María del Nido Carrasco, amanecieron con pintadas amenazantes. No se libró ni el difunto Rafael Carrión, cuyo paquete accionarial ha apoyado siempre el pacto por la gobernabilidad que todavía determina quién está al mando del club. Entonces, la directiva, el actual presidente y José Castro Carmona, aún máximo dirigente por aquella época, pasaron a la acción y demandaron al máximo accionista de la entidad, José María del Nido Benavente, acusándole de ser el responsable indirecto de este clima de crispación que, coincidiendo con una pésima racha del primer equipo que llevaría a la destitución de Diego Alonso y la contratación de Quique Sánchez Flores, fue el caldo de cultivo ideal para la enésima junta de accionistas subida de tono.
Ahora, el veterano letrado hispalense ha desvelado en sus perfiles oficiales de las redes sociales que "el Juzgado de Instrucción número 13 de Sevilla archivó la denuncia formulada por varios miembros del consejo de administración" por los hechos anteriormente referidos: "Hemos conocido que, con fecha 19/12/2023, se archivó, inaudita parte, la denuncia que por delito de odio, amenazas, coacciones e injurias interpusieron José María del Nido Carrasco, José Castro Carmona y Carolina Alés Matador contra mí, que soy el máximo accionista de la entidad (...) Los denunciantes y el secretario del consejo de administración, Alberto Pérez-Solano, han ocultado que el juzgado rechazó la denuncia sin ni siquiera escuchar ni a denunciados ni a denunciantes". Uno de los pocos guiños que ha recibido el otrora máximo mandatario blanquirrojo.
Mientras tanto, Del Nido Benavente parece haber tirado la toalla en la causa mayor, la validez del voto delegado en su hijo o, mejor dicho, la imposibilidad de votar de manera independiente cada punto del orden del día en las juntas que suponga una censura a la labor del consejo y su configuración. En cualquier caso, este jueves 11 de abril, el abogado celebrará una jornada de resolución de dudas a puerta cerrada para que los accionistas que así lo deseen puedan despejar sus incógnitas al respecto de su proyecto con el fin de adherirse al mismo. Y sigue reclamando que la cúpula nervionense, con Del Nido Carrasco y el Grupo de Utrera al frente, dé respuesta por escrito a todas las solicitudes presentadas durante la última reunión extraordinaria de los accionistas, cuestión que, de momento, no ha tenido el satisfactorio 'feedback' desde los despachos del Ramón Sánchez-Pizjuán.