"Ante la trascendencia pública que tuvo mi actitud de ayer en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, en mis asientos como abonado del Sevilla FC, quiero pedir públicamente disculpas, por cuanto me dejé llevar por mi pasión blanquirroja, que es la que me hace continuar siendo 'Fiel de Nervión (socio nº 80) y máximo accionista de la sociedad. Al mismo tiempo, hago un llamamiento a nuestra afición para que el primer equipo sienta el aliento de la que es la mejor hinchada futbolística de España. Tiempo habrá de exigir las responsabilidades que correspondan. AHORA ES TIEMPO SÓLO DE ESTAR UNIDOS PARA SACAR AL EQUIPO DEL ACTUAL ATOLLADERO. VIVA EL SEVILLA". Así reza el comunicado distribuido por José María del Nido Benavente, socio y accionista de la entidad nervionense, en la que el firmante asume que no estuvo bien su salida de tono de la noche del martes tras la derrota de su equipo por 0-4 ante el Manchester City.
El abogado, que pidió la dimisión del presidente y su otrora mano derecha, José Castro, uniéndose a los cánticos de un sector del graderío, al tiempo que instó a otros Notables a echarlo en los pasillos de la 'Bombonera', entiende que su posición de relevancia, como principal elemento de la oposición al actual consejo de administración del Sevilla FC, quizás demandaba una respuesta más comedida, aunque en su escueta rectificación ya deja claro que piensa dar guerra. Alertado seguramente por personas de su entorno, preocupados todos por el mal momento por el que atraviesa el equipo y la necesidad de remar todos en la misma dirección para que el 1 de 12 en LaLiga y la goleada en contra en el debut en la Fase de Grupos de la Champions League signifique que el equipo ha tocado fondo.
Del Nido Benavente deja para la próxima junta general de accionistas, que se celebrará en los últimos meses del año 2022, una nueva ofensiva por hacerse con el poder de nuevo de la entidad, tras el intento fallido de 2021. Curiosamente, deberá batallar contra su propio vástago, José María del Nido Carrasco, a quien, según el pacto acordado en su momento con el conocido como Grupo de Utrera, le toca hacerse cargo de la presidencia. Padre e hijo mantienen una pésima relación desde hace tiempo, posicionándose el segundo a favor de Castro, a pesar de que en su momento se especuló con una tercera vía, con Del Nido Jr pugnando por el poder, pero apartado de las figuras del actual rector y el antiguo.