Han pasado 18 años y, aunque ninguna de las partes quiera desdecirse, parece que la versión que defendió siempre Sergio Ramos sobre su polémica salida del Sevilla FC el 31 de agosto de 2005 es la verdadera o, al menos, la más cercana a la realidad. Así se deduce de las palabras durante su presentación del camero y de las respuestas obtenidas por parte de José Castro, presidente del club ahora y mano derecha de José María del Nido Benavente entonces. La pregunta se la realizó el compañero de ESTADIO Deportivo Iván Díaz, manteniendo el futbolista que se contó mal la historia, lo que ha dicho siempre, principal causa de que haya sido silbado e insultado cada vez que ha vuelto al Ramón Sánchez-Pizjuán, una situación que el propio protagonista empeoró con feos gestos de los que se ha disculpado reiteradamente desde que se fraguó su retorno a Nervión.
“Yo no me considero una persona rencorosa y sí una persona que olvida. En mi salida se contaron las cosas mal. Al final, se vendió que lo mío fue un pago de cláusula, cuando fue un pago y un acuerdo entre ambos clubes. Ésa es la única diferencia que, quizás, la gente no supo o se le contó otra historia. Yo no le guardo rencor a nadie. De hecho, le guardo cariño a José María por que me hizo debutar con el primer equipo y me hizo firmar mi primer contrato profesional. Suposiciones (sobre que recupere la presidencia) no me gusta hacer. Al final, somos los que somos y están los que están al frente", aseveraba este miércoles Ramos, mientras que Castro quitaba hierro al asunto, pasando de puntillas para no levantar más polvareda: "Él ya lo ha explicado... Hace 18 años que ocurrió; hay que olvidar ya el pasado y centrarnos en el presente".
Faltaba por conocer la opinión de Del Nido padre, quien en su día echó a los pies de los caballos al futbolista al tildarle de pesetero por imponer su marcha al Real Madrid, cuando sus agentes, René Ramos (también hermano del protagonista) y Pedro Bravo, explicaron a posteriori que se trataba de la primera cláusula de rescisión que no se depositaba en LaLiga, sino que se abonaría en varios plazos hasta completar los 27 millones de euros, denunciando 'espantás' del letrado para no negociar aquel traspaso. La querida compañera de 'El Chiringuito de Jugones' Silvia Verde se encontraba este jueves con el principal opositor a la gestión de los actuales dirigentes, que volvía a dar la razón tácitamente al dorsal 4 para enterrar simbólicamente el hacha de guerra y cerrar el círculo de su retorno a casa, que él mismo habría pedido, a falta de que los Biris también le perdonen.
"Yo ya, después de tantos años, no me acuerdo de lo que ocurrió. La memoria se me acaba de nublar en este momento", zanjaba el otrora máximo rector sevillista con media sonrisa. Sin reconocer su error hace casi dos décadas, al menos permite que el aterrizaje del camero en el club de su vida se suavice un poco y ayuda a que la grada, sobre todo ese sector que todavía sigue siendo muy contrario a su contratación, empiece a ver la historia desde otro prisma.