Este domingo se enfrentan el Atlético de Madrid y el Sevilla FC en la jornada 16 de LaLiga EA Sports, dos equipos que dirigió el veterano Gregorio Manzano. Entre las tres etapas distintas que estuvo en el RCD Mallorca y las dos que se sentó en el banquillo colchonero, dirigió a los nervionenses en tres cuartas partes de la temporada 2010/2011. De ninguno de los sitios salió del todo bien el jiennense, a quien le tocó pasar épocas de gran inestabilidad en estos históricos del fútbol español. Hoy, sintiéndose ya "en la recta final" de su larga carrera, el de Bailén repasa con total sinceridad aquellos días como rojiblanco y blanquirrojo en una entrevista para Relevo. Su historia es bastante curiosa porque en el Atleti sustituyó a dos entrenadores que también pasaron por el Sánchez-Pizjuán, Luis Aragonés en 2003 y Quique Sánchez Flores en 2011; pero además, su debut como sevillista fue... contra el Atlético.
"Al Sevilla FC llego con la temporada comenzada porque destituyeron a Antonio Álvarez en las primeras jornadas. Habían sido eliminados en la previa de Champions por el Braga, empezaron la Fase de Grupos de la Europa League perdiendo contra el PSG y empatando otro partido. Se podían quedar fuera a las primeras de cambio y en LaLiga empezó mal. Nos ofrecieron dos años pero dijimos que mejor uno y, si estamos contentos todos, hablábamos de renovar. Llego un lunes por la tarde y el jueves debutaba en Dortmund, contra el Borussia de Klopp, nada más y nada menos. Era ganar o quedarte fuera de Europa y ganamos. Acabamos clasificándonos. Luego, esa misma semana, mi debut en LaLiga fue con el Atlético de Madrid, paradójicamente, y ganamos 3-1", recuerda Manzano poniendo en valor las circunstacias que se encontró en Nervión.
De la UEFA nos echó el Oporto, que después fue el campeón con Falcao, Guarín, Moutinho, Otamendi... En LaLiga luchábamos por Europa y fuimos quintos, pero en Copa nos elimina el Real Madrid de Mourinho en semifinales y con aquella jugada famosa de Albiol sacando el balón de la raya... que todavía no sabemos si entró o no entró, porque no había VAR. Luego, el Madrid también ganó la final de esa Copa, al Barça. Competimos bien, pero tuvimos lesiones importantes. En Dortmund, por ejemplo, nada más entrar se lesiona Jesús Navas, con lo que era Navas. Se lesionó ya al final Rakitic (que llegó con Medel en el mercado invernal), se fue Luis Fabiano en mitad de temporada a Brasil por circunstancias X y ya no podíamos fichar a nadie…", recuerda, reivindicándose para introducir por qué aún hoy considera injusto que no le ofreciesen renovar hasta el último día.
"Todo aquello era insuficiente. Tuve una última reunión con Monchi y Del Nido antes de la última jornada y les dije que no hacía falta que me dieran explicaciones de nada, que yo les estaba agradecido por haberme dado la oportunidad de entrenar al Sevilla FC. Ellos no entendían nada... pero sí, lo entendían todo, porque si hubieran querido renovarme lo habrían hecho antes y no en ese momento. Había noticias de que se habían puesto en contacto con Bielsa. Ellos me lo negaban, luego fue cierto. Cuando ya somos mayores, engañarnos entre nosotros y pisarnos un poco la manga entre bomberos no es correcto. Pero ya está, lo respeté, terminamos bien. De ese quinto puesto, al año siguiente tuvieron dos entrenadores (Marcelino y Míchel) y pasaron del quinto al noveno", recordó.
"En aquel Sevilla había una etapa de reconversión, donde ya se iban Luis Fabiano, Kanouté, Palop, Dragutinovic... Es decir, era un cambio constante, donde a la persona que se hace cargo de ese primer momento hay que darle tiempo a que todo lo que vaya llegando vaya encajando. Y el Atlético -donde acabó la temporada siguiente y tampoco renovó-, me pasó exactamente igual. Fueron situaciones que no estban en mis manos, sino que estaban en manos de los que realmente dirigían y tomaban decisiones. Ahí los entrenadores no podemos hacer nada", reflexionó Goyo Manzano. Tras ese segundo paso frustrado por el Atleti, pasó por tercera vez por el Mallorca y luego entrenó varios años en China al Beijing Guoan, al Shanghái Shenhua y, por último, al Guizhou Hengfeng Zhicheng.