El amistoso contra el Sporting CP despertó una enorme preocupación en el sevillismo por las alarmantes carencias en defensa de un Sevilla que hizo aguas en la retaguardia ante la apuesta arriesgada de García Pimienta de adelantar la línea con los mimbres de los que dispone a día de hoy. Es cierto que faltaba Badé, en los Juegos Olímpicos con Francia, pero también que la fragilidad apuntaba a un problema que trasciende la ausencia de un solo futbolista.
El adiós de Sergio Ramos ha dejado un vacío enorme en la zaga nervionense y Víctor Orta trabaja en una restructuración adaptada la exigencia del técnico y con una hoja ruta definida que no ha alterado lo ocurrido en el Algarve contra los lisboetas.
Y es que no cabe duda de que la situación mejoró sobre el terreno de juego con la entrada de Marcao por Kike Salas poco después de que un fallo del canterano provocara el 2-0. El brasileño dotó de mayor contundencia a la defensa del Sevilla, que ya no encajó más goles y recortó distancias en el marcador. A priori, no estaba previsto que disputara ningún minuto en pretemporada al engrosar la lista de descartes de García Pimienta, pero el entrenador sí lo convocó para la cita contra los lusos y le dio la oportunidad con su ingreso en el campo en el minuto 66' debido a las ausencias.
Marcao respondió e incluso recibió elogios de los sevillistas en las redes sociales, generando cierta confusión acerca de si había logrado revertir su etiqueta de descarte en Nervión y cumplir su deseo de quedarse. Sin embargo, estos buenos minutos no han supuesto un giro de ningún tipo en la situación del central de 29 años, con contrato en el Sánchez-Pizjuán hasta 2027.
En este sentido, la dirección deportiva, con la confirmación del técnico y como desveló en su momento ESTADIO Deportivo, tomó hace un tiempo la decisión de desprenderse del brasileño tras dos temporadas lastrados por las lesiones y sin apenas protagonismo y, salvo giro mayúsculo, es irrevocable.
De hecho, en Nervión, como apunta El Desmarque y ha constatado ESTADIO, mantienen su idea de encontrar acomodo al brasileño, cuyos agentes mueven por diferentes mercados, entre ellos el turco, donde mantiene un buen cartel tras su etapa en el Galatasaray, club desde el que llegó al Sevilla por 13 millones de euros.
En total, Marcao ha disputado 1.258 minutos y 21 partidos en dos campañas y el Sevilla ha decidido no esperarle más. Eso sí, tampoco está resultando sencillo gestionar su salida, entre otras cosas, porque el futbolista siempre ha dejado claro su deseo de permanencer en Nervión.