Álvaro Palomo3 min lecturaQuique Sánchez Flores se ha montado en una montaña rusa en Nervión y ha protagonizado subidas y bajas constantes que han jugado de forma caprichosa con su crédito como técnico blanquirrojo y lo cierto es que todavía queda recorrido por los raíles emocionales y deportivos de aquí al final de temporada.
Sin embargo, ya comienza a haber algunas certezas acerca de lo que ocurrirá cuando acabe el presente curso, sin descartar por completo que antes hubiera novedades si la situación no se estabiliza tras el parón. Según ha indagado ED, existen decisiones cantadas de puertas para adentro que, sin embargo, se mantienen en cuarentena de cara al público a la espera de que el equipo cumpla primero el objetivo de huir definitivamente del descenso.
El punto de seis ante Almería y Celta ha volteado el buen momento de Quique al frente del Sevilla, y las tensiones internas han marcado el camino en la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán con el beneplácito, por no llamarlo impulso, de Víctor Orta, e incluso, en cierto modo del propio técnico sevillista.
Y es que el madrileño no tiene nada claro continuar en Nervión más allá de los matices que recoge su contrato hasta 2025, y como ya explicó ESTADIO, tendría sus propias condiciones, como las garantías de un proyecto sólido y la llegada de futbolistas experimentados. Una exigencia que no cuadra demasiado con los planes del director deportivo de renovar la platilla con futbolistas jóvenes, como ya hizo en enero. Ambos lo ven de forma diferente y se refleja en el escaso protagonismo que el míster le ha otorgado a las incorporaciones invernales de Orta.
A las discrepancias con la dirección deportiva, se suman las dudas que genera en sus dos grandes valedores, José María del Nido Carrasco y José Castro, que ya ven lagunas en su gestión, sobre todo tras la bronca con En-Nesyri tras cambiarle contra el Celta, lo que sería la punta del iceberg del ambiente respirado en el vestuario, enrarecido por los posicionamientos en rueda de prensa del entrenador y agravado, obviamente, por los resultados y por el hecho de que el equipo está metido de lleno de nuevo en la lucha por salvar la categoría, con seis puntos sobre el Cádiz.
Ahora mismo, el runrún es imparable y existe la convicción de que Quique no tendrá su propio proyecto en la campaña venidera, aunque en el fútbol nunca se sabe y menos en la montaña rusa en la que Quique recorrerá los que pueden ser sus dos últimos meses como preparador blanquirrojo. Ahora mismo, la hoja de ruta parece trazada cuando, además, como desveló ESTADIO, Víctor Orta ya maneja tres nombres para liderar el Sevilla 24/25.