El Sevilla FC acudirá al mercado de enero para reforzar su plantilla con dos claras prioridades. García Pimienta ha pedido públicamente la llegada de un extremo, dada la escasez de efectivos en esa demarcación tras la lesión de Ejuke, a lo que se suma la inminente retirada de Jesús Navas y el hecho de que Lucas Ocampos no fuese reemplazado tras su traspaso al Rayados de Monterrey. Pero, además, Víctor Orta también trabaja en el fichaje de un delantero, habida cuenta de la sequía de Isaac Romero y Kelechi Iheanacho, al que no se descarta buscarle acomodo en otro club.
Al margen de ellos, el director deportivo nervionense podría verse obligado a buscar otro lateral izquierdo si Valentín Barco acaba haciendo las maletas, aunque tendrá que hacer malabares debido al ajustado presupuesto con el que cuenta. Por ello, se quedará en el tintero la contratación de un nuevo centrocampista, algo que el entrenador catalán ya pidió sin éxito en verano.
En este sentido, desde Nervión nunca han perdido de vista a Boubakary Soumaré. El francés convenció durante la pasada campaña, en la que militó cedido por el Leicester, y Orta intentó retenerlo. Sin embargo, la elevada opción de compra, cifrada en 15 millones de euros, el alto salario del centrocampista y la nula disposición del conjunto británico a negociar tras su ascenso a la Premier League convirtieron en imposible el deseo sevillista.
Pese a ello, su escaso protagonismo en el arranque de esta temporada lo pusieron de nuevo a tiro. En las primeras ocho jornadas del campeonato inglés sólo dispuso de 13 minutos repartidos en dos partidos, amén de partir desde el inicio ante el modesto Walsall en la EFL Cup, lo que hacía aventurar un posible cambio de aires en enero. Pero su situación ha cambiado de forma drástica en el último mes.
Tras gozar de 16 y 19 minutos, respectivamente, ante Nottingham Forest e Ipswich Toiwn, respectivamente, Soumaré se ha ganado una camiseta de titular en los tres últimos choques de la Premier League, disputando dos de ellos de forma completa, al igual que hizo ante el Manchester United en la eliminación de la mencionada EFL Cup. Con trabajo, logró ganarse la confianza de Steve Cooper. Pero la destitución del técnico inglés volvió a dejar en el aire su rol en el equipo. Una incertidumbre resuelta el pasado fin de semana, cuando Ben Dawson volvió a apostar por él para formar en la medular junto a Ndidi, que también estuvo en la agenda de sevillista, sin poder evitar una dura derrota ante el Brentford (4-1).
De este modo, se confirma el paso adelante dado por el mediocentro galo, que acaba contrato en 2026. De mantener su protagonismo, será difícil que el club de Nervión pueda aspirar de nuevo a su fichaje el próximo verano, aunque el club inglés se verá obligado a renovarlo y negociar un traspaso que no se presume barato, siendo sui actual valor de mercado de 14 millones de euros, según Transfermarkt.