El Papu Gómez habla "desde el infierno" en el que lleva atrapado dos años. Por estas fechas de 2022, cuando estaba concentrado con la selección de Argentina en el Mundial de Qatar 2022, esforzándose para intentar que la lesión de tobillo que sufrió en octavos de final no le dejase sin semifinales ni final. En ese momento, recibió una notificación en el teléfono que le advertía de que había dado positivo en un control antidopaje que le fue realizado unos días después de un encuentro entre el Real Madrid y el Sevilla FC, por entonces el club al que pertenecía. Un año después, el mediapunta fue castigado con dos años de sanción que sigue considerando injusta. Ya ha cumplido algo más de la mitad y ahora, ya con 36 años, intenta recuperar exposición mediática ofreciéndose a los clubes que estén dispuestos a ficharle el próximo verano para darle una última oportunidad de despedirse bien del fútbol.
El exfutbolista nervionense, que apenas unos meses después de convertirse en campeón del mundo ganó con el club blanquirrojo la UEFA Europa League, relata con mucho pesar cómo pasó del todo a la nada. "De ser campeón del mundo a que no te llame nadie", decía en una entrevista hace unos días. En la pasada madrugada, el Papu atendió a los micrófonos del programa 'El Larguero' de la Cadena Ser y, además de relatar cómo sucedió aquella ya conocida ingesta de un jarabe para la tos, también se confesó y admitió que lo ocultó todo hasta el final. Ni le dijo a los médicos del Sevilla FC que había tomado una medicina de su hijo pequeño ni le comunicó a sus compañeros de Argentina que le habían notificado la apertura de expediente sancionador.
Por si acaso, 'casualmente', una lesión le impidió jugar las tres últimas eliminatorias del Mundial en el que la Albiceleste cosió a su pecho su tercera estrella. "Yo estaba en la habitación y me llegó un email. Casi me desmayo al leerlo. Cuando veo la sustancia, que es la terbutalina, le pregunto al médico de la selección argentina y me dice que es algo para la tos", confesaba Papu, que aseguró que decidió no contárselo a sus compañeros de selección porque le parecía un gesto muy egoísta antes de uno de los partidos más importante de las vidas de todos ellos. "Tras ganar la final sólo pensaba en si me venía a buscar la enfermera rubia que fue a por Maradona en 1994. No sabía si vendría alguien en ese momento, si después del partido, si lo haría cuando volviese con el Sevilla FC... Estaba muy feliz por ser campeón del mundo, pero también con mucha angustia de no saber qué iba a pasar", añadió.
"En 20 años no sé cuantas veces habré tomado un jarabe o algo que no debería tomar y no pasó nada. Lo que más me llama la atención fue que el control fue un lunes siendo mi próximo partido un viernes contra el Rayo Vallecano. Era imposible que esas sustancia pudiera haber creado en mí ninguna ventaja. Es absurda la sanción", proseguía rememorando aquel control, reconociendo que no le dijo a su club que había tomado un jarabe de la marca Flutox. "Cuando estás con el médico le tienes que decir qué sustancias has tomado. Yo, antes de los partidos, siempre tomo pastillas para dormir porque me cuesta coger el sueño. Estaba tan dormido que ni me acorde que me había tomado el jarabe de los niños. Fui como si nada a entrenar con el Sevilla FC y dije que había tomado antinflamatorios, pastillas para dormir, complejo vitamínico...cosas normales", añadió.
Aquella noche no se le va a olvidar nunca. Y no sólo por la sanción de dos años, sino porque relata que muchos de los compañeros con los que ha compartido momentos de gloria le dieron la espalda en su peor momento anímico. Es lo que más le ha dolido de todo este proceso: "Cuando uno está en la cima, aparecen todos y cuando uno está en el infierno, son pocos los que estiran la mano para salvarte. Es un aprendizaje te abre los ojos". "Ya estoy viendo la luz. Estoy muy motivado porque después de cumplir el 50% de la sanción puedes volver a entrenar con un equipo. Busque algo cerca de mi casa en Bérgamo y encontré al AC Renate Calcio. Me abrieron para entrenar con el primer equipo para en julio encontrar un equipo y en octubre volver", finalizó, con tono de esperanza... pero aún desde el averno.