Dentro de la remodelación que experimentará la plantilla nervionense en el próximo verano, existen numerosas incógnitas sobre cómo quedará conformada la defensa, posición en la que el futuro de varios de sus integrantes se encuentra ahora mismo en el aire, entre ellos el de Sergio Ramos, todavía por decidir si renueva o pone fin a su segunda etapa en el Sevilla.
A priori, Badé y Kike Salas permanecerán en Nervión a menos que llegue una oferta suculenta que provoque que el club cambie de decisión, pues, en la situación económica por la que atraviesa, ningún futbolista es intransferible. Así, como ha podido confirmar ED, el canterano, a día de hoy, seguirá en el Sánchez-Pizjuán, aunque todo puede cambiar en función del interés que despierte.
Distintos son los casos de Nianzou y de Marcao, que, en principio, no cuentan para el próximo proyecto a la espera de conocer la opinión del nuevo técnico que ocupe el lugar de Quique Sánchez Flores, que sumió a ambos en el ostracismo. Lo cierto es que la salida de ninguno de los dos serán operaciones sencillas ni inmediatas, sobre todo en el caso del brasileño.
Y es que la entidad nervionense ha tomado una decisión definitiva con el de Londrina debido a los numerosos problemas físicos que le han impedido disponer de continuidad y ha convertido el fichaje de Monchi en un fiasco. Esta misma campaña sufrió un nuevo frenazo cuando parecía que al fin las lesiones le habían concedido un respiro, dejándole definitivamente fuera de los planes de Quique. El Sevilla no quiere asumir más riesgos y espera poder conseguir algún rédito con su traspaso, aunque nunca recuperar la inversión de 13 millones que realizó hace dos veranos.
El problema reside en que el central de 27 años mantiene vivo su deseo de triunfar en Nervión y está convencido de que se puede hacer un sitio en los planes del nuevo entrenador, por lo que tampoco favorecerá en demasía los planes del Sevilla con él, más allá de que, lógicamente, es consciente de lo que piensa la dirección deportiva y tampoco desea una batalla interna. En este sentido, tratará de convencer el nuevo técnico en pretemporada y será selectivo en el mercado, no aceptando cualquier posibilidad.
De este modo, sus agentes ya lo mueven en mercados de segundo nivel a sabiendas de la intención sevillista, pero la realidad es que todavía queda mucho camino por recorrer para resolver la incógnita de Marcao en el Ramón Sánchez-Pizjuán.