Durante todo el verano, en cada comparecencia pública, Víctor Orta fue tajante a la hora de describir la situación de los descartes. Jugadores como Joan Jordán o Januzaj eran señalados y a cada momento se les instaba a buscar una salida. El grupo de futbolistas que no tenían cabida en el nuevo proyecto del Sevilla FC era mucho más amplio y en el mismo aparecía también Marcao, si bien García Pimienta sorprendió desde el principio al darle la oportunidad en varios amistosos, lo que no hizo con otros por imperativo del club.
Lo cierto es que el brasileño estuvo en el mercado. Pero tras dos campañas lastrado por las lesiones, las ofertas brillaban por su ausencia. Su alto salario tampoco ayudaba, pese a que sus agentes trataron de moverlo por países como Turquía, donde ofreció un gran rendimiento antes de recalar en Nervión.
Aquello, en cualquier caso, es agua pasada. Hoy día Marcao se postula como el preferido del técnico catalán -junto a Badé- para conformar el eje de la zaga. En su segunda titularidad consecutiva, ante el Getafe, volvió a sufrir un percance, esta vez por un golpe que le produjo una fractura nadal. Pero el central quiere estar este viernes ante el Alavés. Su firme propósito es demostrar a todos que Monchi no se equivocaba cuando apostó fuerte por él.
"Cuando empezamos la temporada, hablamos cara a cara, lo que ambos pensábamos. Llegamos a la conclusión de que me quedaría para ayudar al Sevilla, no quería salir sin demostrarle a la afición quién es Marcao. Estoy contento por la confianza del entrenador, cuando estoy en el campo, intento dar mi vida para todo el público", ha asegurado el defensor en Radio Marca.
Incluso, el ex del Galatasaray ha sido elegido como cuarto capitán por sus compañeros, lo que muestra a las claras su peso no sólo en el equipo, sino también en el vestuario. "Espero estar a la altura. Me siento bien, me hace muy feliz ser uno de los capitanes del Sevilla, pero tenemos a Jesús, Nema, Saúl, Suso... son jugadores con mucha experiencia. Yo estoy para ayudar a los demás en el día a día", explicó al respecto.
Centrado en la cita de este viernes en Mendizorroza, por otro lado, Marcao admite que la máscara provisional con la que se vienen entrenando desde el pasado martes le "quita un poco la visión", pero insiste en dejarlo todo sobre el campo si tiene la oportunidad: "A mí me da igual chocar, cuando estoy jugando, tengo que dar mi vida entera, todo lo que puedo, por el equipo".
Su historial de lesiones conocido por todos. Pero el de Londrina quiere pasar al fin esa página, recordando que ha cambiado "algunas cositas" para intentar que cambiar esa dinámica negativa. "Nunca había pasado por una situación igual, pero me pasó cuando llegué a Sevilla. Es algo que ha pasado, lo que tenemos que hacer es olvidar lo que pasó, nos toca pensar en lo que llega", sentenció.