"Estoy cansado pero estas oportunidades están para aprovecharlas y darlo todo. Tampoco cambia mucho, porque mi posición natural es la de mediapunta y, ahí, me puedo mover con libertad, estoy para lo que el míster necesite de mí, en la posición que sea, se lo daré. Estoy muy ilusionado, porque es un sueño que tengo desde pequeño. Intentaré hacerlo bien cada vez que salga y que el míster tenga otro futbolista más en el que confiar". Estas eran las palabras de Carlos Álvarez ayer tras el partido amistoso ante el Benfica, un partido para el que a priori tenia previsto jugar menos minutos tras disputar el sábado el partido completo con el Sevilla Atlético, pero que con la lesión de Suso, tuvo que calentar antes de tiempo para saltar al campo en el 41 y jugar como falso nueve.
Carlos Álvarez es la próxima gran esperanza del Sevilla Fútbol Club, en la entidad nervionense lo saben y no quieren precipitarse con su salto al primer equipo, pero lo cierto y verdad es que el futbolista de Sanlúcar la Mayor va pidiendo paso a cada oportunidad que le da Sampaoli, quien precisamente reflexiona en esa duda. El argentino se resiste a darle más minutos oficiales para no cargarlo de responsabilidad en una situación tan delicada pero al mismo tiempo sabe que es de esos futbolistas que tienen algo diferente y que en momentos así, pueden demostrar de qué están hechos.
"Carlitos, antes de llegar acá, ya pensábamos que era un jugador que se podía potenciar en el tiempo. Tiene cosas diferentes, tiene que estar cerca del arco rival, porque tiene mucha inteligencia y una apertura de visión muy grande. Ojalá se integre en el medio plazo, porque la situación actual del equipo requiere jugadores más hechos antes que jugadores que pueden llegar a ser", reconocía no hace mucho el de Casilda, pero parece que "Carlitos", como él lo llama, se está empeñando en meterse en sus planes.
No en vano, fue el primer recurso de Jorge Sampaoli cuando Suso sintió unas molestias en la primera parte. El joven atacante del Sevilla Atlético saltó al campo para jugar una posición que no ocupaba desde etapas anteriores en la cantera nervionense y con 94 minutos del día anterior en las piernas. El canterano volvió a dejar detalles de la calidad que atesora en un equipo necesitado no sólo de esa chispa que el sevillano aporta, sino también de raza y sentimiento sevillista.
Sampaoli lo quiere ver arriba, cerca del área rival, curiosamente lo mismo que le pedía a un Isco Alarcón que tras su encontronazo con Monchi apunta una salida más que evidente durante el próximo mercado de enero. Una salida que, si el mercado no lo remedia, podría dejar una vacante a ocupar por Carlos Álvarez. El técnico argentino ya lo ha acogido en sus entrenamientos como a uno más y le pide que saque a relucir su talento, que demuestre ese descaro y esa personalidad sobre el terreno de juego a la espera de dar el salto definitivo a un Sevilla necesitado de todo lo que atesora el mediapunta sevillista.