Fiel a lo que viene siendo ya toda una tradición, el Sevilla FC ha entregado este miércoles los premios SFC José Antonio Blázquez de Periodismo y Manuel Ruesga Bono de Fotoperiodismo en el antepalco del Ramón Sánchez-Pizjuán, escenario de una ceremonia encabezada por el presidente de la entidad, José María del Nido Carrasco, en la que no faltaron rostros conocidos como el de Joaquín Caparrós, entre otros.
El técnico utrerano atendió tras el acto a ESTADIO Deportivo y elogió a la entidad de Nervión por llevar a cabo homenajes de este tipo. "Es un día especial. Una vez más, hay que felicitar al Sevilla por organizar este tipo de eventos. Yo lo he vivido en mis propias carnes (recibió el II Banquillo de Oro) y se viven momentos muy emotivos. Ver a todos los premiados y escuchar sus palabras es una satisfacción. La prensa es una parte importante de nuestra profesión y hay que aceptar las críticas, tanto positivas como negativas. Yo siempre las acepté", explicó.
Por otro lado, el que fuese entrenador banquirrojo en 241 partidos oficiales, más que ningún otro en la historia, lanzó su receta para salir de la actual situación deportiva e institucional por la que atraviesa la entidad, lejos de pelear por las ambiciosas metas a las que tenía acostumbrada a su afición en los últimos tiempos.
"Son momentos en los que hay que estar unidos, tenemos todos que pensar en el Sevilla Fútbol Club y en sevillismo. En cuanto a lo demás, pues ya pasará la temporada y tocará hacer un balance, pero ahora hay que estar unidos y ayudar a toda la gente para que el Sevilla consiga sus objetivos", sentenció.
Además, Caparrós también quiso expresar su confianza en la figura de Xavi García Pimienta, tocada después de sumar tres derrotas en los cuatro últimos encuentros, lo que ha hecho que muchas de las miradas comiencen a centrarse en el catalán. Es un entrenador que ha llegado y lleva pocos meses aquí. Ya está conociendo cada vez más la casa y hay que darle tiempo", aseguró al respecto el ex técnico sevillista. Pese a su renovación hasta 2027, no obstante, el preparador nervionense no se libra de las criticas debido a las pobres sensaciones que transmite su equipo. Una situación que puede verse agravada por el hecho de que un entrenador como Ivan Juric, que estuvo el pasado verano en la agenda de la dirección deportiva, se ha puesto a tiro al ser despedido recientemente por la Roma.