Joan Jordán quiere volver a ser el que era y olvidar cuanto antes la temporada 2022-23 que, aunque en lo colectivo terminó de manera sobresaliente, en lo individual le tocó vivir un auténtico calvario por culpa de las lesiones y de las decisiones técnicas.
El centrocampista ha concedido una entrevista al diario Marca y ha repasado lo mal que lo pasó durante unos meses el curso pasado: "Soy una persona que me gusta hacer las cosas de la mejor manera posible: me cuido muchísimo, con descanso, alimentación, entrenos... Cuando das todo y ves que no puedes, te frustras. Estás irascible, te cambia el humor, el estado de ánimo. Te apetece estar solo, alejarte, desconectar del móvil... Fue duro".
Y en este sentido, señala de alguna manera como responsable al extécnico sevillista Jorge Sampaoli: "Los primeros meses a nivel deportivo nos costó arrancar, hubo cambio de entrenador, parón del Mundial. Hubo un momento, con Jorge, que el equipo parecía que sí, pero no... Y cuando por momentos a nivel individual me encontraba mejor, recuerdo un golpe el 21 de enero contra el Cádiz en el sóleo, que me dejó un bocadillo tremendo. El siguiente partido era en el Camp Nou y esa semana de antes no podía correr. Al día siguiente me empezó a molestar el Aquiles. Hace dos años con Julen ya tuve un episodio del Aquiles. Lo pasé mal aunque no fue lesión. Me dio la lata. Avisé de esta dolencia. Dije que necesitaba descansar porque sé lo que es el Aquiles y se sufre mucho. Por diferentes motivos, en ese momento, había que aguantar y limitar esas molestias de la mejor manera. Después me llegó una lesión intrasustancia en el Aquiles, una pequeña roturita”.
Siendo forzado a jugar estuvo hasta el día del Valencia, que fue su último partido: "Jugué con pinchazos, plantillas, que no eran ni normales, de 2-3 centímetros, para que el Aquiles no trabajase. Pero había un momento que no podía porque me incapacitaba. Es que no puedo correr, no puedo jugar. Mendi respetó mucho mi decisión, me dejó descansar. A día de hoy estoy muy contento".
Y respecto a qué se le pasaba por la cabeza cuando le obligaban a jugar, el ex del Eibar señala lo siguiente: "Por situaciones del club, el cuerpo técnico me pidió un esfuerzo y no se me dejó parar. Una vez que se me dijo eso, soy hombre de club y me debo al club. Quiero mucho al Sevilla, me siento como en casa, lo siento como mío. Hice el esfuerzo y sabía que para mí a nivel individual iba a ser malo y así fue. Del año pasado he aprendido mucho".