En busca del nuevo En-Nesyri y de otro Ounahi

El delantero del Sevilla FC, con un futuro bastante incierto, y el mediocentro del Angers, que ha sonado para el club de Nervión entre otros, hicieron historia en Marruecos en el Mundial de Qatar 2022 tras formarse en la Academia Mohammed Vi de Rabat

En busca del nuevo En-Nesyri y de otro Ounahi
Ounhai y En Nesyri son dos de los futbolistas que más se han reivindicado en el Mundial de Qatar. - @azzedine_ounahi
Aitor TorviscoAitor Torvisco 6 min lectura

Youssef En-Nesyri acudía al pasado Mundial de Qatar 2022 en su momento más bajo de popularidad, sumido en un profundo bache de juego, en plena sequía goleadora durante el último año y medio, con un rol secundario para un Jorge Sampaoli que ha pedido reforzar la delantera en enero... Sin embargo, el marroquí ha aprovechado a las mil maravillas el escaparate y se ha reivindicado haciendo historia en Marruecos junto a su compañero Bono y al omnipresente Azzedine Ounahi, un centrocampista del Angers que suena para grandes clubes de Europa, entre ellos el Sevilla FC.

Ahora, el país norteafricano, que celebró por todo lo alto el cuarto puesto mundialista -nunca había pasado de octavos de final-, busca nuevos perfiles como los del punta y el mediocentro, formados en la Academia de Fútbol Mohammed VI de Rabat, tal y como ha explicado el 'descubridor de ambos' en un reportaje elaborado por la periodista Fatima Zohra Bouaziz para la Agencia EFE.

Creada en el año 2009 con un modelo pionero en África que propugna la formación escolar y futbolística, la Academia Mohammed VI está dando muy buenos frutos al fútbol de Marruecos y, por extensión, al de todo el mundo. Después de la actuación estelar de futbolistas como Ounahi, Aguerd o En-Nesyri, los más de cien alumnos de entre 12 y 18 años que labran su porvenir en esta prolífica cantera sueñan repetir las hazañas de sus compatriotas. Por el delantero se han interesado clubes de la Premier League, mientras que por el ya conocido dorsal '8' el Angers está pidiendo cifras mareantes y se frota las manos.

Según los datos de EFE, la escuela en la que se forman los nuevos En-Nesyri y Ounahi -sus posters en las habitaciones de los chavales demuestran que son un espejo en el que mirarse- está enclavada entre las localidades marroquíes de Salé y Rabat, rodeada de explotaciones agrícolas y construida sobre una superficie de 18 hectáreas, que incluye modernas infrestructuras, un colegio y ocho campos de fútbol en los que trabajan a diario 15 entrenadores. Con una inversión de 140 millones de dirhams (13 millones de euros) tiene un estatuto jurídico de asociación sin ánimo de lucro, no recibe fondos del Gobierno para su funcionamiento, pero cuenta con un apoyo financiero anual del Rey Mohamed VI, además de la contribución de varios patrocinadores y de los ingresos derivados de derechos de formación en traspasos como el de En-Nesyri al Sevilla FC hace dos años por 20 kilos.

Tarik el Khazri, padre deportivo de En-Nesyri

Consultados por EFE, el personal de la escuela fue unánime en señalar que su objetivo es el de formar a jugadores de élite que además estén apegados a su identidad y valores marroquíes y que tengan compromiso con sus estudios. "Una vez en la escuela, los estudiantes se convierten en nuestros hijos. Tenemos la confianza total de sus padres", dice Tarik el Khazri, entrenador y encargado de la detección de talentos que fue quien descubrió las cualidades de En-Nesyri en Fez y lo trajo a la academia, tutelándole hasta que dio el salto a España para triunfar en la cantera del Málaga CF y asentarse en Primera división con el CD Leganés antes de ganar la Europa League y jugar Champions con el Sevilla FC. Por eso está tan orgulloso de verle llorar de alegría.

La detección de talentos, según Khazri, se hace de forma "muy selectiva" en todo el país, y los jugadores con buenas cualidades son observados de cerca desde edades bajas en los centros deportivos en distintas regiones hasta la edad de 12 años cuando se les somete a tres pruebas antes de ser aprobados. Posteriormente, la academia establece en mayo de cada año una lista definitiva de 14 jugadores y dos porteros que integran la academia para una formación de cinco años repartida entre tres categorías (infantil, cadetes y juvenil).

Los estudiantes tienen garantizado alojamiento, una pensión completa, excursiones, además de vacaciones pagadas. "Son en total once años de trabajo entre la detección de los talentos, la observación en los centros deportivos regionales y la formación en la academia. Un trabajo que nos permite ver posteriormente a nuestros futbolistas jugar en ligas como la española, la francesa o la nacional", detalla Khazri, que añade que tras la exitosa participación de la selección en el Mundial han aumentado las demandas destinadas a la academia. "Estoy seguro que los clubes se pelearán por varias promesas de este grupo como Yassin Khalifi o Sadek Hossam", asegura.