Braulio Vázquez fue durante horas y días el hombre elegido para sustituir a Monchi en el Sevilla, pero le tocaron su vena más sensible y optó por quedarse en Pamplona. Así lo ha reconocido el director deportivo de Osasuna en la presentación de José Arnaiz como nuevo jugador rojillo.
A día de hoy no se arrepiente, pero en sus últimas declaraciones ha subrayado tanto que estuvo a punto de hacerse realidad su fichaje por la entidad nervionense como su deseo de, en un futuro, poder trabajar en el Sánchez-Pizjuán: "Estuve cerca de irme, sí. Fue un fin de semana complicado. Pueden pensar que es falta de ambición, pero también está la lealtad que tengo hacia el club donde estoy. Era una decisión muy complicada y, al final, cuando mucha gente del fútbol no entienden determinada decisión, yo entiendo que jugar con Osasuna la final de Copa es ambición, que juguemos Europa… Ser feliz cada día también es una ambición, creer en el proyecto… El Sevilla supongo que querría que tuviera la misma lealtad con ellos que he tenido con Osasuna. Estoy super agradecido y no lo escondo, ojalá algún día pueda trabajar ahí. Pero entendía que no era el momento”.
En cuanto al factor que determinó su decisión, destaca que la llamada de Arrasate pesó mucho: "Si pensara con la cabeza, igual me tendría que haber ido. Mi mujer me ayudó a no mojarse, y la gente que me quería cerca, como Jagoba, que me estuvo llamando todo el fin de semana. Me tocaron más la vena emocional, que es más fácil para convencerme. Para mí, espero y deseo ir a Lituania con Osasuna, que también es muy grande”.
Aunque tiene muy mala pinta, todavía existen esperanzas de que el órgano de Apelación de la UEFA o el TAS les dé la razón y puedan pasearse por Europa, pero lo que tiene claro Braulio es que "le están haciendo un daño al club irreparable".
Tras el fichaje del talaverano, presentado esta mañana, el director deportivo osasunista ha hablado sobre la planificación deportiva que tiene en mente y ha desvelado que quedan "2 o 3 refuerzos más" por llegar: "El mercado de Osasuna es o muy pronto o muy tarde, ahora, por lo que estamos viendo, estamos en stand by, no podemos acudir. Estáis viendo los traspasos que hay y que habrá. Es cierto que había que sembrar y que con algún jugador se ha sembrado, pero ante la imposibilidad de jugar Europa y que otros equipos podían hacerlo, se aleja esa posibilidad y no vamos a obviarlo”.
En este sentido y a la espera de la próxima resolución, el gallego ha señalado que se siente muy mal: "Te dan ganas de dejar el fútbol. Dudas de todo. Somos un ejemplo para mucha gente. Me dan ganas de leer el mensaje del presidente que me dijo que éramos un ejemplo para todos los pequeños, y que se están cargando el fútbol. Aquí vino gente que apostó su patrimonio para que sobreviviera el club, te autodenuncias y es un doble castigo. Nos lo hemos merecido en el campo, ha sido tremendo el daño a nivel de imagen que nos están haciendo. La credibilidad es muy difícil conseguirla y muy fácil perderla, y nos están haciendo muchísimo daño”.