Róbert Bozeník (24) es uno de los delanteros que más gustan a Víctor Orta, director deportivo del Sevilla FC, para reforzar la plantilla nervionense en esta recta final de la ventana invernal de transferencias, dentro, por supuesto, de las posibilidades realistas de inversión en la actual tesitura. No corren buenos tiempos en Nervión. Tras la eliminación de competiciones europeas y la Copa del Rey, cercenando cualquier opción de amortiguar el golpe económico de no seguir en Champions League ni poder luchar siquiera por la Europa League con una clasificación por otra vía para torneos continentales, en la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán intentarán, al menos, evitar un descalabro mayor alejándose del descenso a Segunda división, actualmente a un solo punto de distancia. Por eso, llegaron Agoumé y Mejbri, más Mejía y Muzambo para compensar la promoción de Isaac Romero. Pero hacen falta más fichajes.
Los responsables blanquirrojos querrían rematar la reestructuración del plantel con un zaguero polivalente y un artillero de características diferentes a lo que hay, aunque, con el LCPD rebasado, necesita salidas que generen el espacio físico (no hay ni una ficha profesional libre ni tampoco quedan ya disponibles en los primeros filiales) y salarial suficiente para acometer otras operaciones. Sin estos movimientos, los ansiados son imposibles. Y el gran problema es que los descartes del entrenador (Gattoni, Januzaj, Joan Jordán, Rafa Mir) no quieren cambiar de aires, al menos no a los equipos que se han interesado por ellos, al tiempo que las propuestas exóticas que más podrían interesar en términos societarios para la futura reinversión convencen poco o nada a sus destinatarios (como los 'cantos de sirena' desde Arabia Saudí por Suso y Rakitic).
En este contexto, a poco más de seis días para el 'deadline' cuando se redactan estas líneas, el escenario es poco esperanzador, por lo que los sondeos por algunos futbolistas, con los que, incluso, se habrían alcanzado principios de acuerdo, se convierten en papel mojado. Uno de los que no tiene pinta de esperar al Sevilla es el propio Bozeník, por el que ya negocian, según adelanta Fabrizio Romano, Boavista y Hellas Verona. Los italianos, que acaban de vender a su delantero Milan Djuric al Monza por dos millones de euros (los mismos que costó el eslovaco a los portugueses), quieren que el de Terchová sea su recambio. En Nervión habían calculado que la gestión podría necesitar el pago ahora de unos cinco kilos, seguramente con alguna variable más, aunque el conjunto ajedrezado esgrime el interés del vecino Oporto, así como del Lille y el Wolfsburgo (que también quisieron a Rafa Mir), para que la suma se doble.