El paso del tiempo siempre pone en su sitio a los grandes jugadores que han pasado por el Sevilla Fútbol Club y, sin duda, Yassine Bono es y será uno de ellos. El exguardameta nervionense, único en la historia centenaria del club de Nervión en conseguir el premio Zamora, ha vuelto a ser reconocido mundialmente por su gran rendimiento la temporada pasada tanto en el club hispalense como la selección de Marruecos.
En esta ocasión ha sido en la gala del Balón de Oro, donde Yassine Bono ha finalizado en decimotercera posición en las votaciones como mejor jugador del mundo por encima de grandes figuras como Jude Bellingham, Emiliano Martínez, Karin Benzema, Harry Kane o Antoine Griezmann. Cabe recordar que a finales de 2022, Yassine Bono ya fue nominado al premio Yashin, que reconoce al mejor portero del mundo, aunque en aquella ocasión el ganador fue el belga Thibaut Courtois, quedando el sevillista en tercera posición.
La pasada temporada, Yassine Bono fue el héroe de Marruecos en su andadura en el Mundial de Qatar, donde la selección africana hizo historia alcanzando un cuarto puesto, para llegar hasta allí, el meta marroquí fue fundamental con sus paradas y en la recordada tanda de penaltis frente a España en los octavos de final. En el Sevilla, Bono perdió la titularidad en LaLiga con la llegada de José Luis Mendilibar, pero el cancerbero aprovechó sus oportunidades en la Europa League para volver a sobresalir, siendo de nuevo importantísimo en la final de Budapest frente a la Roma con sus paradas y convirtiéndose en una verdadera pesadilla para el conjunto italiano,
Finalmente este verano Yassine Bono era vendido por el Sevilla, que necesitaba una buena inyección económica en forma de traspaso y lo consiguió con su venta al Al-Hilal de Arabia Saudí, que pagó 21 millones de euros por sus servicios, poniendo así fin a una etapa de tres años en Sevilla en las que el marroquí logró levantar dos Europa League. Antes de firmar por el club saudita, Bono estuvo en la órbita de otros grandes clubes europeos como el Real Madrid, pero los blancos solo buscaban una cesión, el Bayern de Múnich que no llegaba a lo que solicitaba el club de Nervión para su venta o el Manchester United, que buscaba un recambio de garantías para David de Gea, aunque finalmente optó por fichar al portero camerunés André Onana.