Valentín Barco se estrenó con nota con la casaca del Sevilla FC. En la derrota de su equipo ante el Girona (0-2), marcada por la falta de contundencia en ambas áreas, el lateral rojiblanco fue una de las grandes sensaciones del choque. Verlo jugar fue divertido en un debut en el que demostró una personalidad arrolladora desde los primeros compases del encuentro, en un choque donde el único lunar fue su despiste en el gol de Iván Martín.
Hambriento de comenzar su andadura como sevillista, conectó pronto con la grada del Ramón Sánchez-Pizjuán el argentino. Desde bien pronto tiró de arrogancia hasta con el balón parado. De hecho, apenas cumplidos los cinco primeros minutos levantó la mano y se pidió una falta al borde del área de Paulo Gazzaniga que estrenó en la barrera. Tal fue el afán de protagonismo del argentino que se encargó de lanzar todos y cada uno de los saques de esquina a favor, dejando indicios de su magnífico golpeo de balón.
Partiendo desde el carril zurdo, se proyectó continuamente en ataque, demostrando ser un lateral profundo, que no tiene reparos para llegar a línea de fondo. En fase ofensiva, destacaron sus internadas hacia el interior del esquema de García Pimienta, en un partido donde su asociación con el bueno de Ejuke le permitió probar cosas nuevas. Tal fue la conexión con el nigeriano que la construcción de jugadas sevillistas cayó claramente inclinada hacia el costado zurdo.
En defensa, Valentín Barco no estuvo tan acertado y manifestó margen de mejora. Enfocado en ataque, descuidó el carril y el Girona de Míchel aprovechó el espacio originado a las espaldas de ‘Colo’. Así llegó el gol de Iván Martín. Tras una jugada colectiva del conjunto catalán donde ni Badé ni Marcao lograron despejar con contundencia el balón en el área pequeña, el argentino fue señalado tras perder la marca de su pareja de baile.
Pese a ello, el estreno del argentino en el Sánchez-Pizjuán dejó un buen sabor de boca en una posición señalada durante el curso pasado, y donde se enfrenta a la difícil tarea de suplir a los mejores recuerdos de Marcos Acuña, traspasado a River Plate en la reciente ventana de fichajes, y que durante su estancia en Nervión puso el listón bien alto.